Friday, July 12, 2013

DE NUEVO EN BOGOTA - 2013 Evento



Hola:
Hace ya algunas semanas que regresamos a Bogotá y algo me sorprendió: durante el casi un mes que estuvimos paseando en carro por el estado de Michigan solo encontramos un hueco en calles y carreteras (era una zanja que estaban abriendo para pasar un tubo y estaba clara y abundantemente señalizada); en cambio los huecos en la Calle 77 (la de mi casa) no solo han crecido sino que se han multiplicado exponencialmente. Pero eso no tiene remedio: mientras tengamos a nuestro “social” alcalde improvisando, los huecos seguirán creciendo y creciendo hasta que no queden sino los escombros de nuestra querida ciudad, la cual terminará cayendo en un inmenso cráter! Los arqueólogos que la encuentren la llamarán Petropolis!
Pero entremos en materia:
Como hace mas de dos meses no escribo una sola línea (la crónica de Charleston que te envié la semana antepasada la redacté antes de que saliéramos de viaje), escasamente me acuerdo de que lado se coge la pluma. Pero voy a probar y empezar: tengo cantidad de notas acumuladas, aun desde antes de nuestra última salida. Tal vez lo mejor es empezar con lo más reciente porque tiene algo de actualidad:
Hemos estado tratando de ponernos al día con lo nuevo que ha sucedido en entretenimiento. Ante todo queríamos ver Piedra en el Bolsillo, la nueva obra de Antonio Sanint y Julian Arango, antes de que terminara su temporada: nos hicieron reír con sus múltiples personajes, pero no tanto como las obras “costumbristas” de su propia autoría. También vimos Un Cuarto para las Siete que no se refiere a la hora de inicio la función, sino que describe el formato: es otra de esas ingeniosas creaciones de Alejandra Borrero en su Casa Ensamble en el Parkway de la Soledad (Avenida-Carrera 24 # 41-69, Teléfono 1-368-9268, http://casaensamble.com/), en que presenta simultáneamente 7 obras en 7 pequeños “teatros”, cada una con una duración exacta de 15 minutos, y las repite seis veces cada noche de función: puedes ver las que escojas, pagando $ 10.000 por cada una. Algunas son buenas, otras no tanto, pero –si no es mas – Un Cuarto para las Siete es una proeza logística y una maravilla de sincronización.
En materia de restaurantes encontramos que en el tiempo que estuvimos por fuera nacieron varios, algunos de ellos algo salidos de lo común. El que por su peculiar nombre mas nos interesó es El Paseo de los Cantores (Calle 120-A # 5-61, Usaquén, Teléfono 1-612-9940). Ni el portero, ni el maitre, ni la mesara tenían la menor idea sobre el origen del nombre, de manera que nos quedamos con la duda. Finalmente hoy, telefónicamente, Maye de Vera, la dueña y Chef del restaurante me lo explicó: la intención es hacer referencia a la música (jueves a sábado por la noche, domingos y festivos al almuerzo) consistente en un guitarrista/cantante o un pequeño conjunto tratan de darle al lugar un ambiente de bohemia, y hacer que los comensales participen. Valido, pero no obvio.
El Paseo de los Cantores es nuevo en Bogotá. pero Maye de Vera y Raúl, su esposo, tienen una tradición gastronómica de mas de 15 años en su nativa Santa Marta donde operaron el Gourmet Plaza Bistrot,, reconocido, dicen, como uno de los buenos restaurantes del centro de la ciudad, y del cual trajeron, además de recetas, mucho del amoblado y la decoración. Lo que montaron en Usaquén es original, único y, en mi opinión, uno de los restaurantes mas lindos de la ciudad. Está en casona colonial, y se ve como un museo de curiosidades o un anticuario; a la usanza en boga, buena parte está al aire libre……
Por la cantidad de curiosas ideas que contiene resulta imposible describirlo. Un detalle: las mesas, todas, son tablas montadas sobre bases de viejas máquinas de coser Singer. Otro: exhibe una colección de viejas cámaras fotográficas….. y también de radios, de televisores, de máquinas de escribir, de filmadoras y de muchas cosas más. Tienes que verlo y pasearlo. En el fondo encontraras la impecable cocina abierta. Del techo cuelgan docenas de sartenes y peroles, también de colección.
La carta que ofrece Maye es una larga oferta de “slow cooking” de inspiración francesa, y es tambien ingeniosa: para que no te aburras mientras esperas para hacer tu pedido y para entretenerte mientras te lo traen, incluye ameno material de lectura: notas cortas sobre variados temas.
Los platos que probamos, debido a las salsas, tienen un común denominador en sabor y son apenas sabrosos: nos pareció que los ingredientes no eran los de mejores de la plaza. El servicio esta aun algo desarticulado: es gente joven y nueva tanto en el restaurante y como en el oficio; es amable y si se le da pie es conversadora, algo bueno para un sitio que aspira a ser la sede de la bohemia en Usaquén. Los precios, considerando lo escandalosamente altos que están los restaurantes bogotanos, no son escandalosos.
En resumen, el Paseo de los Cantores hay que probarlo por lo curioso, lindo, original y único que es, pero sin llevar grandes expectativas en cuanto a cocina. Es un lugar más de Bohemia que de Gastronomía con música en vivo en las noches de jueves a sábado y domingos y festivos a mediodía. En la Escala de Zagat, (de 0 = pésimo a 30 = absoluta perfección) lo califico asi: Comida: 22; Ambiente: 29; Servicio: 24 y aprendiendo; Precio: Razonable. En la Escala de Jaeckel (A: no debí haber ido; B: fui y no pasó nada; C: fui y podría volver; D: uno de mis favoritos) le doy una C, no por la cocina sino por lo pintoresco y divertido que es.
De regreso a Bogotá no podía yo dejar de explorar a P.F. Chang’s, el restaurante del que para bien o para mal han hablado recientemente todos los medios. P.F Chang’s (carrera 11 # 82-19; Teléfono 1- 674 - 0700, pero no reciben reservas; http://www.pfchangs.com.co/ ). Fue construido en tiempo record en el lugar que Blockbuster ocupó hasta su reciente quiebra. El día que Blockbuster cerró iniciaron la demolición y construyeron el restaurante con mas de 300 puestos y menos de 20 estacionamientos en cuestión de semanas.
El 15 de Mayo aparecieron dos exageradamente grandes caballos, réplicas de los caballos de terracota de Xian, los cuales con guerreros, carrozas y demás elementos de estos prodigiosos restos de una cultura milenaria son base de la decoración de las franquicias de esta cadena de ya casi 250 restaurantes en 15 paises.
Lo que diferencia los locales de P.F. Chang’s de la gran mayoría de los demás restaurantes chinos es que no tiene los muros, los techos y los objetos decorativos todos en rojo y dorado, que los hace parecer inspirados en los templos de las misiones jesuitas del Siglo XVII en Macao.
Este local obviamente se parece a otros de la cadena que he conocido, pero es un poco mas minimalista. Posiblemente no tuvieron tiempo de traer mas réplicas de Xian. Lo que si trajeron son los sistemas operativos que son sorprendentemente efectivos, y también su versión fácil de la sofisticada y elaborada comida china, que por demás varía completamente de región en región. Esto es “Gastronomía China para Dummies”: no lo digo en forma peyorativa sino como homenaje a la capacidad de sintetizar algo complejo y sofisticado. La verdad es que me gustó.
La carta que viene dividida en 11 secciones es extensa y cada uno de los platos está claramente explicado. Las porciones son generosas y están planeadas para que los comensales las compartan. La idea es la del “Banquete Chino”: en el centro de la mesa se van poniendo diferentes platos y cada cual se va sirviendo lo que le apetece: entre más comensales más platos. Más es Mejor! Solo les falta la bandeja giratoria que facilitaría la cosa.
Los precios de P.F. Chang’s no son baratos, pero la relación Costo/Beneficio es razonable. El servicio me sorprendió: a pesar de lo nuevo del local los meseros conocen la carta y describen los platos con propiedad. En la Escala de Zagat le pondría Comida: 23; Ambiente: 24; Servicio: 25; Precio: Apenas Tolerable. En la Escala de Jaeckel le doy una C: podríamos volver, principalmente porque queda muy cerca de mi casa.
Cambiando a otra de mis predilecciones - los espectáculos - está sucediendo algo raro: Bogotá se volvió Wagneriana:
1. Cine Colombia presenta - sábado de por medio y en tres de sus salas – el ciclo completo de las óperas del Anillo de los Nibelungos en versión del Metropilitan Opera House. Mañana inician con El Oro del Rin.
2. En la próxima semana la Opera de Colombia monta por primera vez Tannhauser,
Me ha sorprendido que Wagner sea un éxito de tequilla en Bogotá: la boletería del Anillo en cines está ya muy escasa y algunas de las funciones de Tannhauser están completamente vendidas. Afortunadamente Yarka es muy previsiva y compro las nuestras cuando todavía abundaban las localidades.
Continuare informando sobre este tema.
Codialmente,
JUAN JORGE JAECKEL



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