Wednesday, June 27, 2012

Viaje a Missouri #2: BRANSON, KANSAS CITY E INTERMEDIAS


Hola:
Tras el largo Yang de la compra de las boletas para el Festival de Teatro, y el Yin que es tenerlas todas ya listas para el 23 de Marzo cuando empieza el Festival de Teatro, retomo el cuento de nuestro viaje a Missouri (la primera parte ya la subí al blog y puedes verla haciendo clic aquí: http://cronicasdejaeckel.blogspot.com/.)
De St. Louis salimos a Branson.  El viaje por carretera, entre paisajes ondulados pero monótonos y áreas pobladas aburridamente parecidas  - moteles, franquicias de cadenas de comida rápida, bombas de gasolina - dura algo mas de 4 horas. Lo único que nos llamó la atención fueron cuatro tiendas grandes que encontramos en el camino: no las podíamos haber ignorado porque en toda la ruta hay vallas anunciándolas: "Supermercado de Pólvora". Si, tal cual: de pólvora. Venta al por mayor y al detal de todo lo que aquí, finalmente, estamos logrando proscribir. Pero pienso yo: ¿si la venta de armas y municiones que son hechas para matar, es permitida, porque no vender pólvora que apenas quema?
Lo único realmente interesante – y creo que es digno de copiar – es la manera en que un policía de carreteras controlaba el  exceso de velocidad: en vez de esconderse tras una valla para atrapar a algún conductor desprevenido, andaba en su carro a exactamente a la velocidad mas alta permitida: uno a uno, los carros que estaban por pasarlo, al ver los letreros en el carro, se iban alineando detrás de él en fila india la cual – incluyéndonos a nosotros - fue creciendo hasta terminar siendo  kilométrica. Era divertido ver como, raudos,  nos pasaban solo para encabezar la fila cuando descubrían que estaban por pasar también al Sheriff. La fila india solo se disolvió cuando el Sheriff  llego a la frontera del condado en que tenía jurisdicción.
Después de algo mas de tres hora de carretera, en Springfield,  cruzamos a la izquierda y entramos en la parte mas montañosa de los Ozarks que para nosotros, habitantes de los Andes, no pasan de ser unas simples colinas (altura máxima de solo unos cuantos picos: <1000 metros). Repentinamente el paisaje se torno verde, desaparecieron las gasolineras, los comederos y hasta las casas. Lo único que interrumpía el tranquilo panorama eran las vallas anunciando shows en Branson.
¿Y que es Branson? Pocos fuera del Bible Belt (la zona evangélica-fundamentalista, en el centro y sur de los Estados Unidos) la conocen. Nuestros amigos en Nueva York, San Francisco y Boston jamás la han oído nombrar. Nosotros no sabíamos que existía hasta que Yarka la encontró en el libro 1000 Places to See Before You Die en su versión ampliada a Estados Unidos y Canada. Branson nos llamó la atención porque según el libro, es una pequeña población (10.000 habitantes residente), ubicada entre azules lagos, frondosos bosques y verdes colinas, a donde van las familias de los estados vecinos para disfrutar de la naturaleza y a ver espectáculos. En número de shows – mas de 100 - es solo segunda  a Las Vegas! Ante este ultimo dato, Yarka y yo, como asiduos espectadores que somos, no podíamos no ir.
Como Las Vegas, Branson tiene un Strip donde se concentra buena parte del Show Business. A diferencia del Strip de Las Vegas, el de Branson, de Strip Tease ofrece cero. Tampoco hay casinos. Todos, absolutamente todos los espectáculos son completamente zanahorios. Tal vez algunas falditas cortas que dejen ver la rodilla, pero pechos? Nada. A ningún comediante se le ocurre echar un chiste verde. Estos son espectáculos  para una audiencia de familias profundamente religiosas que para  mantenerse a prudente distancia del fuego eterno evitan siquiera un mal pensamiento.
Pero no me entiendas mal: es refrescante estar en un ambiente tan sano, con una audiencia compuesta por abuelos, padres y niños en proporciones mas o menos iguales. Abundan los espectáculos: sesenta (si, 60) teatros, algunos  de ellos con capacidad de varios miles de espectadores. Además, muchos hoteles, restaurantes  y bares ofrecen música en vivo y show. Hay show de todos los tamaños y géneros. El género predomínate es country music y lo sigue gospel: al fin y al cabo este es el Bible Belt. Hay shows con grandes figuras, con imitadores de grandes figuras, con comediantes, con magos, con animales, de nostalgia,  de kung-fu o con una combinación o permutación de todos los anteriores. Hasta los chinos han llegado a presentar un gran circo de acrobacia.
Desafortunadamente nosotros dispusimos de solo tres días para Branson de manera que tuvimos que optar por escoger con gran cuidado lo que íbamos a ver. Yarka, con la minuciosidad que la caracteriza, estudio todas la oferta y determinó que el espectáculo que de todas maneras hay que ver es el Dolly Parson's Dixie Stampede (creado por la pulmonarmente superdotada cantante de country), y tenía absoluta razón, es el show de shows: es un Wild West Show, al estilo de los de Buffalo Bill, bajo techo, con docenas de caballos, caballistas, carreras de carretas, camellos, ovejas, perros, cantantes y bailarines que salen del piso o descienden del techo, fuegos artificiales, mucho laser, además de una cena de cuatro pasos que sirven en el transcurso del espectáculo. El plato principal es barbecue ¿Qué otra podrían servir en un espectáculo de Wild West? Todo se desarrolla en un inmenso picadero con estantería por tres lados y capacidad de alrededor de 1500 comensales/espectadores y vale menos de US$ 50  por persona, cena incluida. Los de este y los del Show de Andy Williams son los tiquetes mas caro de Branson. Los acróbatas chinos valen US$32;  por ahí y para abajo están los demás espectáculos.
Si quieres ver detalles del Dixie Stampede haz click aquí: http://branson.dixiestampede.com/index.php. Si te interesa ver lo de Andy Williams (quien es mayor que yo, aún canta y es promotor y empresario de espectáculos en Branson),  puedes encontrarlo en este website: http://www.andywilliams.com/.
Para el segundo día escogimos ver The Baldknobbers  que es el primer show que se montó en Branson y lleva 50 años continuos de presentación. Las figuras principales son la cuarta generación de la misma familia que lo empezaron y siguen haciendo comedia (tipo Montecristo - ¿lo recuerdas? -  pero no paisa sino hillbilly) con mucho canto, mucho baile y mucha música country, sin siquiera echar un chiste ligeramente biche. Según el conserje de nuestro  hotel The Baldknobbers  continua siendo unos de los mejores shows de Branson.  El hecho es que Yarka y yo palmoteamos, marcamos el paso y  nos reímos mucho, como si fuéramos nativos . Quieres detalles? Aquí los tienes: http://www.baldknobbers.com/.
Los días de estas noches de espectáculos los dedicamos a ver el entorno de Branson. El primer día lo dedicamos a los alrededores  que, como decía arriba, son azules lagos y verdes colinas que se prestan para toda clase de actividades  al aire libre. Para el efecto hay varios resorts algunos muy lindos, además de los Camping  y  RV Grounds.



Esta foto que tomó Yarka te dará una idea de como se ven los Ozarks, en las inmediaciones de Branson.

El segundo día salimos a recorrer los "Ozark Mountains" que son puro Hillbilly Country: áreas remotas, rurales, muy pobres  porque el terreno, por quebrado, hace que cultivarlo sea difícil y poco rentable. Aquí todo es rustico. No hay siquiera Mc Donald's o KFCs. Lo que abunda, en cambio, son iglesias: cualquier aldea, por pequeña que sea, tiene al menos dos  y no es raro encontrar una a campo abierto. Nuestro plan era almorzar en otro sitio que Yarka había descubierto en 1000 Places to Go Before you Die: Eureka Springs (población 2.000 y ya en el estado de Arkansas),
Eureka Springs  esta incrustada en la empinada ladera de una montaña y no tiene una sola calle recta: todas suben,  bajan y se retuercen. Un sitio absurdo para fundar un pueblo? Si, pero tiene su razón de ser: Eureka Springs se desarrolló alrededor de 63 springs, fuentes de agua mineral "terapeutica" para beber y bañarse, descubiertas por un médico en 1870 y pico quien las convirtió, guardadas las proporciones, en algo por el estilo de un Spa centro europeo, tipo Marienbad o Carlsbad (conocidos hoy como Mariánské Lázně y  Karlovy Vary), en el corazón del Imperio Austro-Húngaro. Esas aguas las frecuentaban mis abuelos.
¿Cual es el atractivo de este pueblito de 2000 habitantes? Son varios: es completamente victoriano; prácticamente todo es Monumento Histórico y como tal esta perfectamente preservado; tiene las aguas "terapéuticas" y hasta hoy mucha gente que va a "tratamientos"; de Mayo a Septiembre se presenta, casi diariamente, un auto sacramental sobre la Pasión y Muerte de Cristo con algo mas de 4 horas de duración que  presentan en un anfiteatro para 4.100 espectadores, al pie de una imagen del Redentor, reminiscente de la de Rio de Janeiro. Si quieres ver como es un espectáculo que atrae tanta gente abre este link y mira el video:  http://www.greatpassionplay.com/passionplay.asp.
Lo más curioso que encontramos en Eureka Springs es el Crescent Hotel (http://www.crescent-hotel.com) de 72 habitaciones, construido en 1886 para alojar pacientes acomodados que llegaban a Eureka Springs para curar sus males. El hotel, una construcción victoriana grande y elegante, rodeada por jardines, esta muy bien preservado con montones de objetos muy curioso de sus épocas jóvenes, y los fantasmas que lo habitan son tan famosos que hay visitas guiadas para conocerlos. Nosotros almorzamos en el Crystal Dining Room, su comedor gran principal es un viaje al pasado ya que ha sufrido muy pocos cambios en los 125 años que lleva en servicio. La comida no es ninguna maravilla pero el ambiente es lindo!
El tercer día se lo dedicamos a Silver Dollar City, un pequeño pero muy exitoso parque temático que tuvo su origen en Marbel Cave, una caverna que  cuando la encontraron  pensaron que era una mina de plomo. Luego, por las paredes blancuzcas, decidieron que era mas de bien una mina de mármol. Resultó ser de guano de murciélago el cual fue "minado" y rápidamente se agotó. En 1894 alguien decidió alquilarla, cambiarle el nombre de Marble a Marvel Cave, y convertirla en atracción turística. Como tal ha venido operando desde hace mas de un siglo. Con el tiempo le fueron agregando atracciones mecánicas hasta tener un surtido bastante completo de Montañas Rusas, centrifugadoras, deslizadores, salpicadores y demás aparatos de tortura; Todo eso esta mimetizado en una minuciosa, pintoresca y muy respetuosa reconstrucción de un pueblito minero en las Montañas Ozarks, circa 1880. Lo curioso es que el pueblito – aparte de los turistas – se ve casi autentico.
Lo que nos llevó a Silver Dollar City fue ver el pueblito minero, los shows que están entre los mejores de Branson,  y la iluminación de Navidad con cuatro y medio millones de lucecitas. El pueblito es realmente pintoresco. Shows hay, entre grandes y pequeños, como una docena: vimos dos, uno muy divertido en un saloon, como los de las películas del oeste, y otro, el Christmas Carol  de Charles Dickens, en el Opera House, una sala con capacidad de 1000 espectadores, equipada con todos los chiches escénicos de high tech: si algún efecto te puedes invetar, allá lo pueden realizar. Fue un regio musical, en Branson, en Broadway, o en donde sea.
Y en cuanto a Branson mismo ¿Qué tal es el pueblo? Los alrededores muy lindos. Donde están los shows y los restaurantes (la mayoría de comida rápida), hay mucho neón, mucha algarabía, mucho desorden, pero no a los niveles de Las Vegas. En cambio el Old Town (que no es tan viejo) es pintoresco y Landings, (la zona que da sobre un río) tiene un atractivo Mall con excelentes tiendas y restaurantes. En Landing hay dos hoteles, ambos de Hilton. Nos quedamos en el que tiene un Centro de Convenciones y nos gustó mucho. Lo único malo es que coincidimos con un congreso de adolecentes evangélicos, hacinados hasta 5 por cuarto, cantando, a deshoras, sonoros himnos en los pasillos.
Algo importante para tener en cuenta: Branson es estacional porque el invierno puede ser inhóspito: en Enero y Febrero cierra casi herméticamente, y empieza a abrir a principios de Marzo.
Después de Branson fuimos a Kansas City (población: 550.000 ) llamada KC, que no queda en Kansas, y en cambio es la ciudad mas grande de Missouri. Está en el costado occidental del estado y colinda con un suburbio que también se llama Kansas City (población: 150.000 habitantes) y si queda en Kansas. Para pasar de una ciudad a la otra basta con cruzar una calle. KC es totalmente diferente a St. Louis: es una ciudad que se siente prospera, dinámica y en crecimiento.
¿Que nos gustó de KC? La cultura, las carnes y el Jazz. Al igual que St. Louis, KC le da gran importancia a todo lo cultural: la primera para conservarse, la segunda como polo de desarrollo. KC es eje de un área metropolitana de 2 millones de habitantes, lo cual le da suficiente público para nutrir un montón de actividades Para evitar que la parte mas antigua de la ciudad decaiga decidieron concentrar allí el entretenimiento  y las convenciones convirtiendo las grandes salas de cine en teatros y construyendo, casi colindantes , Coliseos Cubiertos, Auditorios, un gran Centro de Convenciones y el recién inaugurado Kauffman Center of Performing Arts, que inmediatamente trae a la mente la Opera de Sydney y el Museo Guggenheim de Bilbao.
Muchas zonas residenciales cercanas al viejo centro las han restaurado y dedicado a vivienda para estratos medios y altos lo cual le está dando al sector una nueva vida.
Eso ha llevado a que en la zona también funcionen exitosamente muchos comercios y restaurantes. Pero para mi tengo que el sitio para alojarse cuando uno visita KC no es el centro sino una zona de la ciudad que se llama Country Club Plaza y que, como el Antiguo Country en Bogotá,  debe su nombre a que ocupa terrenos que en una época fueron los campos de un club de golf. Sus primeras construcciones fueron un Mall comercial a cielo abierto edificado en un pintoresco estilo Colonial Español – versión californiana – que cubre 15 manzanas e incluye  una replica de La Giralda de Sevilla.  Aunque con sus múltiples estatuas y fuentes se ve completamente nuevo, fue construida en las años  '20s del siglo pasado y ha venido funcionando continuamente con almacenes de marca, bares. restaurantes de gama alta y otros lugares de entretenimiento. Es divertidísimo recorrerla aún para nosotros que no somos  asiduos shopper.


Una de las fuentes de Country Club Plaza, con la replica de La Giralda de Sevilla como fondo, al atardecer, antes de la rumba.

Country Club Plaza esta rodeado de zonas residenciales de estratos altos, de zonas universitarias y de muchos museos. Tal vez el mas interesante es el Nelson-Atkins Museum, un museo de clase mundial, especialmente fuerte en arte chino (tiene 28.000 piezas) y en escultura contemporánea, que  posé además una de las mayores colecciones de bronces abstractos de Henry Moore, parte de la cual esta exhibida en los inmensos prados que rodean su clásica sede y los nuevos anexos de acero y cristal.
Al pié del Nelson-Atkins  esta el campus del Kemper Museum of Contemporary Art, un esotérico conjunto de edificaciones que exhiben colecciones de toda clase de expresiones artísticas recientes. Cerca a estos dos museos hay otro que es muy divertido: en una antigua mansión de 38 habitaciones, queda el Toy and Miniature Museum que exhibe una nostálgica colección de juguetes, miniaturas (hay decenas de casas de muñecas de todos los tamaños) y la colección de bolitas de cristal mas extensa del mundo. Yarka y yo pasamos aquí mas del doble del tiempo que teníamos pensado.
A mitad de camino entre los museos de Country Club Plaza y el centro de la ciudad está el American Jazz Museum, un sitio que ciertamente, si uno tiene interés en la evolución de esta música, merece una larga visita; sus exhibiciones dan la oportunidad de oír (y en algunos casos ver), en múltiples puestos de multimedia, diferentes formas jazz pudiendo uno escoger interpretes, géneros y épocas. El Jazz Museum queda en 18th Street & Vine, un distrito que en la época de la Ley Seca (1920 a 1933) fue punto de encuentro de músicos de todos los Estados Unidos. ¿Porqué en KC? Porque Tom Pendergast, el cacique político la ciudad,  no dejó implementar la Ley Seca: el Condado de KC fue el único de la Unión  al que no llegó la Prohibición. Como los clubes de jazz funcionan muchísimo mejor con trago que a palo seco, los músicos fluyeron a KC. En solo la zona de 18th & Vine llegaron a funcionar 60 jazz clubs. Hoy hay menos clubes de jazz pero la tradición no se ha perdido. Hay clubes en todos los barrios. En el Museo de Jazz funciona por la noche uno de los mejores, The Blue Room,  un club que nos gustó tanto que repetimos.
KC fue, hace años, un importante centro de frigoríficos y de distribución de carnes. De esa época queda una fuerte tradición carnívora, lo cual me lleva a otro de mis temas favoritos: la gastronomía. En KC, como en todo Missouri, "todo lo que se mueve va a la parrilla" y se come con salsa barbecue. Es comida sana, sabrosa y abundante. Durante nuestro viaje, mas días que no,  comimos alguna forma de barbecue y, aunque suene poco original, no solo no nos aburrió sino que nos gustó y mucho. Hay restaurantes de barbecue de toda clase y niveles, pero con un común denominador: comida sabrosa. De los que probamos,  dos de los mejores son de estrato alto son:
En  The Landing, el Mall al aire libre de  Branson, almorzamos espléndidamente en Famous Dave's Barbecue (1201 Branson Landing Boulevard, Tel: +1- 417-334-4858;  http://www.famousdaves.com/) que es parte de una muy exitosa cadena. Como era día de explorar  llegamos muy temprano, a las 11:00 a.m., y lo encontramos  completamente vacío. Cuando a eso de las 12 y media terminamos nuestro  pantagruélico almuerzo, el inmenso restaurante no solo estaba lleno, ya estaba rotando a la segunda sentada. En la Escala de Zagat  (de 1 pésimo, a 30 perfecto) le daría: Comida 26: Ambiente  23; Servicio  24; Precio: Baratisimo: una sopa + una gigantesca bandeja con costillas y pecho de res, cerdo desmechado y pollo, todo con barbecue, mazorca, frijoles, coleslaw, papa francesa, etc. + un gigantesco postre, todo para dos, cuesta un total de US$ 39, pero por ser martes nos cobraron  US$  22.   En la Escala de Jaeckel (A: No debí haber ido;   B: Fui..... y no pasó nada;  C: Podría volver....;  y  D: Esta entre mis favoritos) le pongo una D: si volvemos  a Branson, o en cualquier lugar en que encontremos un Famous Dave's Barbecue, vamos a regresar.
En Country Club Plaza cenamos en Fiorella's Jack Stack Barbecue (4747 Wyandotte St., Tel: +1-816-531-7427, www.jackstackbbq.com), el mas nuevo de los restaurantes de una familia de asadores que hace unos cuarenta años decidió diferenciarse de sus centenares de colegas y abrir un restaurante mas elegante, con  manteles, vinos y un menú mas amplio que incluye hasta pescado, pero todo barbecue. Llevan cuatro locales diferentes decorados en forma rustica pero elegante, todos upscale. Paralelamente han desarrollado un gran negocio vendiendo por correo. Fuimos para probar algo que desconocíamos, la Trucha Barbecue  (US$ 20.95). Nos pareció buena pero seguimos prefiriendo las carnes. Zagat califica a Jack Stack Barbecue asi: Comida: 26; Ambiente: 22; Servicio: 23; Costo: US 26 (estimado de cena+una bebida+propina). En la Escala de Jaeckel yo le pongo una C: si volvemos a KC es posible que volvamos.
El tercero es el más interesante de todos los restaurantes que visitamos y desafía cualquier definición de estrato: es una venta de  Barbecue Take Out (para llevar). Para quien se quiera comer su compra ahí mismo, tiene una docena de mesas con tapa de formica, y platos y cubiertos desechables. Se llama Oklahoma Joe's Barbecue  (47th Street and Mission Road, a dos cuadras de la frontera con KC, Tel +1-913-722-33660; http://www.oklahomajoesbbq.com/)  aunque no queda en Oklahoma sino en Kansas City, Kansas.
Oklahoma Joe's está ubicado en una bomba de gasolina y solo tiene un pequeño aviso de neón en una ventana, pero no es difícil de encontrar porque las largas colas de gente esperando para llevarse su barbecue, dan hasta la calle. La revista Travel and Leisure en su edición de Enero 2012, informa que según la encuesta anual entre sus lectores, el barbecue de Oklahoma Joe's es el mejor barbecue de los Estados Unidos. Zagat lo califica Comida: 27; Ambiente: 15; Servicio: 19; Costo: US$ 15. En la Escala de Jaeckel le pongo D: es una experiencia  deliciosa y muy rara (yo poco como en gasolineras) que ojala podamos repetir.




Yarka me tomó esta foto comiendo "el mejor barbecue de los Estados Unidos" en la trastienda de una bomba de gasolina. Nota el tamaño de las porciones y nota el "centro de mesa" es un rollo de papel que sirve para limpiarse las manos y como servilleta. Observa tambien la expresión de satisfacción en mi cara.


Aunque ya me he extendido bastante, no quiero cerrar esta crónicas sin mencionar otra rareza: los vinos de Missouri: según el Consejo del Vino y de la Uva  de Missouri:  1. En el estado hay 5 zonas vinícolas, cada una con su Ruta del Vino y 96 vinerías operantes.  2. La producción de vinos se inició a mediados del Siglo XIX.  3. Antes de la Prohibición (1922) Missouri era el segundo productor de vinos de los Estados Unidos.  4. Norton se llama, además de una gran bodega mendocina, la cepa nativa de Missouri con la cual producen un vino rojo varietal.
Con toda esta información decidimos recorrer alguna Ruta del Vino y optamos por la de Hermann, porque, según nos dijeron, la región es alemana y teníamos deseos de cambiar por una vez el barbecue por un Rostbraten. La zona vinícola de Hermann fue iniciada por alemanes, hace mas de 150 años, en las márgenes del Río Missouri, porque las vieron parecidas al valle del Río Rhin. Para decir la verdad, no yo vi a Lorelei por ningún lado. Hermann, eso si, fue y sigue siendo un pueblito de aspecto muy teutón tanto en su arquitectura como en sus pobladores. Muchos de los anuncios están también en alemán, y en diversos lugares el tricolor negro, rojo y dorado flamea al lado de las barras y las estrellas.
Miramos varias vinerías (todas pequeñas y pintorescas) y optamos por comer en Stone Hill Winery (1110 Stone Hill Highway, Tel. +1-573-486-2221,  http://www.stonehillwinery.com/locations/hermann/default.aspx ) una de las mas grandes del estado, que cuenta además con un reputado restaurante. Stone Hill data de 1847 y aun conserva algunos de sus edificaciones originales y una gran cava subterránea que se puede conocer con un tour. El restaurante muy apropiadamente se llama Vintage 1847. Es un gran hall – muy germánico - de alto techo, vigas de madera a la vista, mesas largas con largas bancas, y  con un gran ventanal que da vista, no al Rhin, sino al Missouri. La carta es la que uno espera en un restaurante alemán, la comida es buena y los vinos de Stone Hill son perfectamente potables pero nada muy especial. Lo que justifica la ida es el ambiente que si es muy agradable. En la Escala de Zagat lo calificaría Comida: 21; Ambiente:25; Servicio: 23; Costo: Razonable. En la Escala de Jaeckel le doy B: conocimos algo más.
En resumen, Missouri no es un destino turístico prioritario, pero si es interesante de conocer. Lo mejor que tiene es la gente que es uniformemente amable. Contrario a la imagen que yo tenía de los fundamentalistas y de los Hillbillies, son gente amigable y abierta, generalmente dispuesta a conversar. Me llamó la atención que siempre miran a los ojos. La gente religiosa generalmente, casi por definición, es gente buena y estos lo son. Los precios de los hoteles, y especialmente los de la comida, nos parecieron muy baratos. ¿o será que Bogotá se ha vuelto carísimo?. ¿Valió la pena ir? Definitivamente, sí.
Un abrazo,
Juan Jorge Jaeckel

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