Saturday, August 13, 2011

AUSTRIA #3


Date: Mon, 23 Aug 2010 16:53:35 -0500


Hola:
Ahora, en lo que espero que sea la tercera y ultima crónica sobre nuestra estadía en Austria, quiero reseñar de los hoteles austriacos que mas nos gustaron y que podemos sugerir como buenas opciones si pasas por esos lugares.

Generalmente cuando llegamos a una ciudad donde no tenemos una razón especial para escoger un hotel determinado y además existe uno de la cadena Marriott, a él vamos a dar. La razón es muy sencilla: desde hace ya 10 años con Marriott tenemos status de Gold Elite, lo cual nos da una serie de privilegios que nos agradan: reservas de ultima hora, late checkout , acceso sin costo al Club Lounge con desayunos y Happy Hour incluidos, y upgrade si hay una mejor habitación disponible. Así pues llegamos al Viena Marriott, (Parkring 12 a,Tel. 43-(0)-1-515180, http://www.marriott.com/hotels/travel/vieat-vienna-marriott-hotel/ ), un hotel muy bien ubicado sobre el Ring, el amplio anillo vial que rodea el centro de Viena y sobre el cual están la Opera, el Palacio Imperial, la Alcaldía, el Parlamento, la Universidad de Viena,  varios de los museos mas importantes y algunos de los hoteles mas tradicionales.

El Marriott es un hotel nuevo construido sobre un inmenso lote de una manzana completa enfrente al Stadt Park, el Central Park vienés, conocido en el mundo entero por la estatua dorada de Johann Strauss II tocando su violín. Es un edificio moderno construido bajo las complejas reglas y restricciones que impone la conservación del centro histórico. A eso se debe su baja altura, sus curiosas fachadas y que cerca de una tercera parte de las habitaciones den sobre un inmenso atrio interior. Por eso uno debe procurar que le asignen una ubicación con vista al parque o por lo menos hacia las restantes tres calles.

El primer día en Viena, después de un piscinazo - el Marriott cuenta con buen gimnasio, una piscina cubierta y un spa con una zona calida con sauna, jacuzzi y baños de vapor. Yo decidí ir a la sauna. Descubrí que hombres y mujeres usan la misma zona cálida, que a la entrada hay un anuncio muy claro: un dibujo de dos vestidos de baño - de hombre y de mujer - tachados con una gran X (tipo "Prohibido Parquear"), y que junto a la puerta hay perchas llenas de vestidos de baño colgados. Llenándome de valor dejé mi  pantaloneta y entré envuelto en una toalla. En la sauna, que debe tener cabida como para 30 personas, había unas 20, entre hombres y mujeres, jóvenes y viejos, todos como Dios los trajo al mundo, no importa en que estado físico se encontraran. Para no parecer un voyeur me subí lo mas rápidamente que pude al escalón mas alto de la esquina mas oscura y mire fijamente derecho, hacia arriba y al vacío.

A los dos minutos mis vecinos mas cercanos, una pareja mayor (unos 10 años menor que yo), su hija y su yerno me involucraron en su conversación. Venían de Linz para ir al Theater an der Wien, el teatro en que Beethoven estrenó Fidelio, cuatro sinfonías y dos conciertos; Johann Strauss II, Die Fledermauss y muchas otras de sus operetas; que fue la sede de las operetas y de la comedia musical por los 100 años siguiente; y que desde el 2006 se convirtió nuevamente en escenario para óperas, pero de esas que raramente se ven en el repertorio de las grandes casas. Pero estoy divagando.... en todo caso esta fue la primera vez que he hablado de ópera con cuatro personas desnudas.

Aunque el Marriott nos gustó, cuando regresamos a Viena después de nuestra vuelta por Austria, optamos por en un hotel grande dame. Consideramos el Imperial, talvez el mas espectacular de todos, pero como fue sede de casi todos los Nazis importantes, "me dio cosa". Optamos por el Hotel Bristol (Kärtner Ring 1, tel. 43-(0)1-515-160,   http://www.starwoodhotels.com/luxury/property/overview/index.html?propertyID=89 )         que por su ubicación frente al Teatro de Opera ha sido y sigue siendo el hogar en Viena de muchos de los grandes músicos. De hecho muchas de las habitaciones tienen placas conmemorando las estadías de los huéspedes ilustres que han alojado.

El Hotel Bristol, inaugurado en 1892, mezcla todo el encanto de la arquitectura de Fin de
Siecle con tecnología hotelera de punta, cosa especialmente importante en los baños y en el ascensor que siendo una caja de época, funciona sin sacudones. Y ya que mencioné los baños, son notables primero porque son inmensos y segundo porque de piso a techo estan totalmente cubiertos por finísimo mármol. También notable es el restaurante del hotel, el Korso, considerado por muchos uno de los mejores de Viena. De él hablé en la crónica anterior.

El costo de los hoteles de primera gama en Viena es muy flexible y varia de acuerdo con la ubicación y sobre todo la demanda y las promociones que pueda tener en cada hotel en un momento determinado. El costo de un hotel de 5 estrellas cercano al Ring puede fluctuar entre los 200 y los 300 euros.

Decía en la primera crónica que uno no se debe perder el Wachau, un valle del río Danubio mas cercano a Viena. Nosotros nos quedamos una noche en Dürnstein, que es un conveniente punto de acceso a todo el valle.  Nos alojamos en el Gasthof  Sänger Blondel (Tel. 43-(0)2711/253   http://www.saengerblondel.at/english/2_home_english.html), una muy pintoresca pensión que queda en la aldea amurallada, a 100 metros del Danubio, a espaldas de la Catedral  y el Convento de los Agustinos, las dos principales atracciones de la aldea .

El gasthof que es manejado por la  familia Schendl desde 1729, ocupa una antiquísima construcción muy bien acondicionada con cómodas habitaciones rústicamente  amobladas, y con plomería del Siglo XXI. Cuenta con una sabrosa cocina muy local; el restaurante se extiende a un sombreado jardín que tiene como fondo un frondoso castaño y la torre de la Catedral. Todo es satisfactorio pero talvez lo mas notable es la amabilidad del personal y en particular del pater familia que no solo es un buen conversador en varios idiomas sino que
también es una excelente fuente de información sobre que hacer, que ver y que beber en el Wachau. Esto es muy importante porque esta es una de las zonas vinícolas mas importantes de Austria. En Dürnstein hay además varias pensiones y dos lindísimos hoteles palaciegos, pero cuestan casi 2 veces mas. En mi modesta opinión la relación costo/beneficio hace que Sänger Blondel, con su tarifa de alrededor de 110 euros por habitación doble con desayuno, sea la mejor opción.

Como anote en una crónica anterior, pasamos por Linz, una ciudad que fue sede de industria pesada y como tal fue muy bombardeada durante la Segunda Guerra Mundial y desde entonces se ha reinventado – muy exitosamente por cierto – como ciudad cultural, con teatros y museos entre los cuales se destacan el Lentos Kunstmuseums dedicado al arte contemporáneo con su colección de 1500 obras y 850 fotografías que incluye obras de grandes maestros del mundo entero, y Ars Electrónica, un entretenido museo lleno de exhibiciones interactivas, muchas de los cuales me parecieron fascinantes pero que ya soy demasiado viejo para comprender.

Como en Linz, no conociendo ningún hotel, con algunas dudas elegimos el Courtyard  (Europaplatz 2, Tel. +43-(0)-732 69590 http://www.espanol.marriott.com/hotels/travel/lnzcy-courtyard-linz/ ), una marca de segunda gama de la cadena Marriott, y nos llevamos una gran y grata sorpresa. Resulto ser totalmente de primera. Queda a unos 10 minutos del centro histórico de la ciudad y forma parte del Design Center Linz, un centro de convenciones y exhibiciones principalmente orientadas a la innovación y como tal, el centro y el hotel son "state of the art". El hotel cuenta con todos los servicios que uno espera en un hotel de alta gama, incluyendo un excelente restaurante, un gimnasio y un spa, pero lo que lo hace notable es que en muebles y decoración, con líneas  muy claras, definidas y sencillas logra un ambiente totalmente gemütlich que uno asociaría con cosas mas tradicionales. Eso es diseño. El costo de la habitación es de alrededor de 125 euros incluyendo un estupendo desayuno, pero varia dependiendo de la época y de la demanda.

En Salzburgo nos alojamos en un hotel que conocíamos mucho pero solo de nombre porque desde hace años viene figurando en los listados de mejores hoteles del mundo tanto de la revista  Travel & Leisure de American Express y como de la revista Conde Nast Traveller. El hotel se llama  Goldener Hirsh (Getraidegasse 37, Tel. +43 (0) 662-80840, http://www.starwoodhotels.com/luxury/property/overview/index.html?propertyID=98 ) .

El Goldener Hirsh - que traduce Ciervo Dorado -  a pesar de existir y recibir huespedes desde el año 1407, sí 1407, y solo tener 64 habitaciones, forma parte del Luxury Collection, el sello con que la organización Starwood, la de las cadenas Sheraton, Westin, St.Regis, Meridien, W, etc., designa los hoteles fuera de serie en todas sus filiales. Se dice que en hoteleria  "location is everything", y la ubicación del Goldener Hirsh no podría ser mejor: está en el corazón del centro histórico, sobre Getreidegasse, que es la artería peatonal que une la mayoría de las atracciones de Salzburgo, y a menos de 150 metros del Festspielhaus, sede principal del famoso Festival de Salzburgo, y de muchos eventos mas.

Lo que hace diferente al Goldener Hirsh es el carácter que le dan sus 700 años de existencia. Tiene el encanto de estar en dos antiquísimas edificaciones y mantener todo el ambiente de antigüedad brindando a la vez todas las comodidades que espera un viajero del Siglo XXI. Obviamente no tiene ni grandes salones de conferencias, ni largos corredores, ni tiendas, ni peluquería..... ni siquiera tiene gimnasio. En el Siglo XV los hospedajes no preveían espacio para esas cosas. Pero si ofrece un servicio altamente personalizado porque solo tiene 64 habitaciones con todos los chiches y dos excelentes restaurantes, el Herzl que es relativamente barato, y el Goldener Hirsch, que es considerado como uno de los mejores de Salzburgo. El costo por habitación en épocas normales es de alrededor de 260 euros.

Las habitaciones que quedan diferentes niveles - y todo el hotel - están decorados en el estilo característico de esa región austriaca. Los sólidos y pesados muebles  están tallados en finas maderas de colores claros que le dan un ambiente alegre y acogedor sin caer en tipismos que a veces resultan cursis. El conjunto es muy sencillo y no tiene ningún elemento que uno pueda decir que es "Whoow, descrestador!" pero resulta ser el summum de genuss y del gemïutlichkeit que es tan característico de Austria. Es por eso que esta tan altamente calificado.

Después de Salzburgo decidimos conocer la cercana región de lagos alpinos y optamos por quedarnos en el Wolfgangsee ("see" traduce lago) de unos 10 kilómetros de largo y, como todo en Austria, con paisajes lindísimos. Optamos por alojarnos en el Hotel Weisser Rössl (traduce Corcel Blanco), que hace mas de  500 años empezó a funcionar como hospedaje para los peregrinos que venían a la iglesia dedicada a San Wolfgang de Regensburgo, en St. Wolgang, una aldea medieval sorprendentemente bien preservada.  Pero la fama del hotel es mas reciente: se debe a una comedia de fines del Siglo XIX que por su argumento (el maitre del Weisser Rössl se enamora perdidamente de la dueña de hotel, que solo tiene ojos para uno de sus huéspedes) se convirtió en una popular opereta y luego, en varias ocasiones, fue llevada al cine.

El Hotel Weisser Rössl (Tel. +43 6138 23060, http://www.weissesroessl.at/en-index.htm) ocupa siete antiquísimas casas, algunas dan sobre al lago, otras dan frente a la hermosa iglesia barroca y a la plazoleta central de St. Wolfgang.. Aunque todas las casas conservan por fuera su aspecto original, por dentro están tan perfectamente unidas que uno no nota cuando pasa de la una a la otra. Excepto por el hall central que tiene aspecto funcional contemporáneo, las áreas interiores tienen aspecto rural austriaco, alegre e informal. Por la disímil arquitectura de las casas, las 90 y pico habitaciones son todas diferentes, pero son amplias y tienen espaciosos baños. La mayoría en cambio de closets tienen cómodas, y todas tienen los elementos que uno espera en un hotel de alta gama, incluyendo Wi-Fi gratuito.

El Weisser Rössl esta diseñado para pasar unos días que ellos llaman "románticos" .
El hotel ofrece todo para una pareja que quiera pasar una primera, segunda, quinta o – en el caso nuestro – enésima luna de miel. El día empieza con lo que llaman un tradicional desayuno austriaco que esta incluido en el precio del alojamiento y que sirven en un amplio comedor con vista al lago, incluyendo pianista en los fines de semana. Una tercera parte del salón lo ocupa el extenso y variado buffet que empieza con espumante ilimitado y cuanta cosa que uno se pueda imaginar: frutas, cereales, arenques en todas las preparaciones nórdicas que yo conozco, salmón ahumado, variadas tablas de quesos y salsamentaría, mucha  panadería y pastelería, y una estación de huevos.

Para que reposen el desayuno (en plural porque en un hotel romántico todo debe ser en pareja) ofrece una terraza sobre el lago y un muelle flotante con sillas de extensión y un gran jacuzzi. Si después de un rato quieren nadar esta el lago, pero si lo sienten frío pueden zambullirse en una piscina con agua tibia que esta flotando (si, en una barcaza, flotando) en el lago! Claro que también hay una piscina cubierta y un pequeño gimnasio, por si deciden quemar algunas de las calorías del desayuno. Claro que también esta el spa con toda clase de masajes y tratamientos y con una zona cálida con  baños de vapor con diferentes temperaturas y aromas y una sauna con una espléndida vista al lago. Como todas las zonas cálidas que vimos en Austria, es textilien frei (libre de textiles). Muy romántico!.
  
Para pasar el día esta el pintoresco pueblo que tiene mucho que ver y la hermosa región de lagos con planes tan raros como hacer un viaje en tren de cremallera, conocer los escenarios en que se desarrolla La Novicia Rebelde (la familia Trapp proviene de esta región), y en invierno esquiar a una de las varias pistas de ski cercanas.

A la hora de comer el Weisser Rössl ofrece varios ambientes, todos con vista al lago, que van desde elegantes hasta informales. Durante el verano funcionan también terrazas con nombres tan austriacos como Imperial y Sissi, la emperatriz. La cocina es básicamente austriaca, y lo que comimos nos pareció muy sabroso y bien servido. Para antes y/o después de la comida esta el Poststüberl (cuartito del correo) que dizque en una época fue la oficina postal de St. Wolfgang, y hoy es un pequeño y romántico bar con un excelente pianista los fines de semana. Los precios fluctuan de acuerdo a la época del año, pero son razonables. Lo que su hay que hacer es reservar con la mayor antelación posible porque el hotel vive lleno.

A Yarka y a mi nos pareció tan romántico el Weisser Rössl que nuestra estadía de dos días  la extendimos a cuatro y no nos hubiera parecido mal quedarnos a vivir.

Rumbo al extremo occidental de Austria paramos en Kitzbühel, una pequeña población alpina (oficialmente la población no llega a 10.000 habitantes) en el centro del Tyrol, talvez la región mas pintoresca y llena de paisajes en un país en que no hay parajes que no sean lindos y pintorescos. Kitzbühel, que fue estratégicamente importante en tiempos romanos es hoy centro de actividades deportivas en verano pero especialmente en invierno porque en sus alrededores hay cerca de 200 pistas de ski, es una de las principales áreas  de resorts del país.

En Kitzbühel, a donde uno mire siente Whoow...! . Nosotros nos alojamos en un hotel a unos dos kilómetros del centro, en la cima de una pequeña colina que permite una vista de 360 grados, lo cual matemáticamente se expresa como 360 x Whoow...!. Se llama Schloss Lebemberg (Tel. +43-5356-(0)-6901,  http://www.austria-trend.at/Hotel-Schloss-Lebenberg/en/  ), y aunque empezó en un pequeño castillo que aún es parte del hotel, recientemente se expandió con un edificio hotelero "state of the art" que aprovecha al máximo la vista desde las 150 habitaciones, desde el restaurante (con una carta muy buena y desayunos tan espectaculares que casi compiten con el paisaje), y sobre todo desde la piscina que merece párrafo aparteLa piscina, el gimnasio, el spa, y las zonas cálidas quedan en el piso mas alto y son cubiertos y panorámicos: hasta la sauna tiene linda vista! La piscina es de 45 metros de largo (confirmo  45 metros), y hacia el lado del ventanal es infinita, vale decir que no se le ve borde. La sensación de estar en agua que se funde con el amplio paisaje alpino es indescriptible. Hay múltiples razones para quedarse unos días en el Schloss  Lebenberg, pero la número uno es la piscina. Whoow...! . Las tarifas del hotel varían por temporadas pero oscila entre 160 y 220 euros con desayuno (no te lovayas a perder!) incluido.

Como decía arriba, fuimos hasta Bregenz en el estado de Vorarlberg, el mas occidental de Austria, que colinda con Suiza, Alemania y Lichtenstein. Queda sobre el Lago Constanza y es sede de los Bregenzer Festspiele ( http://www.bregenzerfestspiele.com/en/), una extravaganza de artes escénicas de vanguardia que se presenta todos los veranos y que incluye ópera montada en un gigantesco escenario flotante ante una tribuna con capacidad para algo así como 7000 espectadores. No alcanzamos ver la presentación de Aida, pero si vimos los preparativos. Una sola palabra lo describe: estrafalario. Puedes verlo en la pagina web.
Nos alojamos en el Hotel Four Points by Sheraton Panoramahaus (Messe Strasse 1,Tel. +43-5572-38880 http://www.starwoodhotels.com/fourpoints/property/overview/index.html?language=es_ES&propertyID=1584), en Dornbirn, una pequeña ciudad muy cercana a Bregenz. Lo escogimos por las mismas razones que escogimos el Courtyard de Linz: es una  marca de segunda gama de la cadena Starwood., y "mejor malo conocido que bueno por conocer". Aquí también nos equivocamos. El Four Points también resulto ser un hotel muy de primera y algo diferente de lo usual. Con sus 110 habitaciones, amplias y muy contemporáneas, ocupa los pisos altos de un edificio circular de 11 pisos cerca al Centro de Ferias y Convenciones de Dornbirn. En el último tiene el bar y el restaurante con una terraza circular que tiene una increíble vista que cubre tres países, paisajes alpinos, el Lago Constanza y en días despejados hasta el rió Rhin.
Los pisos bajos del hotel son un inmenso gimnasio con el equipo mas avanzado que he conocido: algunas maquinas hasta te dicen si tus movimientos son demasiado lentos o muy rápidos. También tiene una piscina al aire libre y un spa con una linda zona cálida con saunas a diferentes temperaturas, baños de vapor y hasta mesas de piedra calientes. Pero lo mas llamativo es la grandísima piscina interior de hidromasajes (20x15 metros): esto equivale a decir que es un inmenso jacuzzi con secciones en que el agua viene de arriba, de abajo, de los lados, en chorros gruesos o delgados y en cuanta forma se pueda inventar un ingeniero hidráulico. Es realmente divertida! El costo del hotel es de alrededor de 100 euros.
Nadie que viaje de turismo a Austria debe dejar de conocer un Bad, que es el nombre que le dan a los poblaciones que tienen fuentes de aguas termales o minerales y que desde tiempos de los Habsburgo son sitios que los centro europeos, aun ahora, visitan para tomar baños,  tomar las aguas, hacer curas o sencillamente para disfrutar de los resorts. Ejemplos clásicos son Karlsbad y Marienbad (que ahora se llaman  Karlovy Vary y Marianske Lazne y son parte de la republica checa), Bad Ischl, Badgastein, Baden bei Wein o otras tantas mas. Literalmente son decenas, con centenas de hoteles y resorts.....
Nosotros fuimos a Bad Blumau, cerca de Viena, a mitad de camino a Graz y nos alojamos en el Rogner Bad Blumau Hotel (Tel. +43-(0)-3383-51000,  www.blumau.com/rogner-bad-blumau-hotel-spa-thermal-spa-hot-springs-austria-styria-holiday.html) porque nos quedaba en el  camino y porque nos causo curiosidad su arquitectura. El hotel es obra de Friedensreich Hundertwasser, que es el seudónimo (traduce Reino de la Paz, Cien Aguas) de un extravagante pintor y arquitecto que de alguna  manera me recuerda el estilo de Antoni Gaudi, pero medio siglo mas tarde (ver website).
El hotel queda en un inmenso predio a campo abierto. Desde la carretera es muy poca la construcción  que se ve porque buena parte de las edificaciones que están cubiertas de prado parecen pequeñas colinas. Las edificaciones son muchas y bajitas, de formas raras y diferentes, decoradas con baldosas  de vivos colores, y unidas por un laberinto de ondulados corredores cubiertos. En total hay 2400 ventanas, 330 columnas, varios salones y comedores, y extensas facilidades de recreo porque el resort, en adición  a los huéspedes de sus 312 habitaciones, también recibe  huéspedes que solo vienen para pasar el día.
El resort cuenta con una piscina de olas, una inmensa piscina tibia en forma de ameba  y al aire libre que conecta con otra piscina cubierta, igualmente inmensa y llena de recovecos e islas. En múltiples puntos ambas tiene fuentes de hidromasajes que funcionan aleatóriamente. En el gran jardín hay dos lagos, uno alimentado por una fuente termal mineral y otro de un lodo volcánico que se siente como seda, y varios campos deportivos. Por todos lados hay áreas para asolearse.
El spa ofrece toda clase de baños y tratamientos con aguas y lodos termales y un gran gimnasio. Tiene además una muy amplia zona caliente con el usual cartel de "nackte zone".  Se centra alrededor de un jacuzzi con espacio para al menos 12 personas, a cuyo rededor hay tres grandes saunas con aromas y temperaturas diferentes, y otros tantos baños de vapor (las diferencias entre uno y otro se me escapan). También hace parte de la zona cálida un gran jardín solario con jacuzzi al aire libre y otra sauna mas.
Una cosa curiosa: desde que en la sauna del Marriott de Viena charle sobre ópera con la familia de Linz, me empezó a parecer tan natural la gente en bola en las zonas cálidas, como los hombres en faldas en Escocia y las mujeres en sus negras burkas en el mundo musulmán.... al cabo de un cuarto de hora parecen tan normales que uno ni lo nota. Y otra: puedo asegurar que  en las zonas cálidas no existen pensamientos lascivo. Si existieran – por lo menos en el caso de los hombres - saltarían a la vista.. Como manejó Yarka las zonas cálidas es parte de su privacidad y solo a ella le corresponde comentarlo.
Me he extendido mas de lo pensado pero no quiero dejar de mencionar, aunque sea de paso, un pequeño y muy agradable hotel en Graz: se llama Romantik Parkhotel (Leonhardstraße 8,  Tel. +43-(0)-316-36300,  http://www.parkhotel-graz.at/c09_en/default.asp ). Queda frente al Stadtpark y. sobre una tranquila calle, a distancia de caminar de la catedral y de la ópera, y con tranvía que lo ponen a 10 minutos del centro y cualquier otro punto de la ciudad. El hotel es el resultado de la fusión de varias casonas medievales y esta amoblado y decorado en forma elegante y sencilla algo al estilo Beidermeier del Siglo XIX. Aunque solo tiene 67  muy bien dotadas habitaciones, ofrece una pequeña, piscina interior, unas pocas maquinas de gimnasio, sauna, el excelente restaurante Florián que también atiende en un amplio jardín interior, y todo que uno espera en un hotel de gama alta. Sus precios están entre los 160 y 200 euros, y hay que reservar con tiempo porque vive lleno.
Ya estoy cerca de 4000 palabras y espero que esta crónica no se haya vuelto un ladrillo, pero siendo tan aficionados a las artes escénicas no puedo dejar de mencionar la Statsoper, tan emblemática de Viena. Como todo aficionado a los espectáculos fuimos a la ópera y vimos una hermosa representación de Onegin con un montaje de limpia sencillez que con solo bloques de hielo y nieve que caía permanentemente en el fondo formaban escenas que transmitían la sensación de invierno ruso en forma mucha mas vivida que escenarios figurativos. Solo la escena del baile lo montaron en forma diferente pero igualmente sencilla y limpia. En un escenario totalmente negro con piso escalonado de espejos igualmente negro, simulan las paredes con tiras de esferas brillantes y plateadas..... pero otra vez estoy divagando! Vamos a lo que iba:
Cuando uno esta viajando muchas veces no tiene la posibilidad de adquirir anticipadamente boletas a espectáculos y depende de lo que puede conseguir a última hora. Por eso quiero hacer una advertencia: cuidado con los revendedores que pululan alrededor de la Opera de Viena (algunos disfrazados de Mozart por cierto). Ofrecen puestos en palcos a precios muy razonables que como todo lo que parece demasiado bueno para ser realidad, efectivamente lo es. Resulta que la visibilidad del escenario desde los asientos de atrás de los palcos laterales es prácticamente nula por lo cual valen 10 euros en vez de 50 y hasta 110 euros (según el nivel y la  ubicación del palco) que valen las sillas de adelante. Eso les da un gran margen para ofrecer al incauto forastero baratísimas boletas de "descuentos" sin decir que lo que están entregando no tienen vista al escenario. Para verificar basta con no creer el cuento de compra de volumen o descuento de ultima hora y mirar el precio impreso en la boleta que casi invariablemente es de 10 euros, o verificar en la taquilla la ubicación de la silla.
Para terminar quiero dar testimonio de gratitud a mis sobrinos vieneses Niki y Tommy Seibert que nos orientaron en la planeación del viaje y que el mejor tafelspitz lo comimos en Chez Varena. Desafortunadamente no te puedo recomendar que vayas porque Verena, la esposa de Tommy, solo lo prepara  para la familia.

Un abrazo,

Juan Jorge Jaeckel  

 



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