Hola:
:Gabriel de las Casas, padre, quien en la radio de los años 50's, 60's, '70s y 80's fue tan conocido como lo es actualmente su hijo homónimo, gran amigo mio desde esos tiempos, es una autoridad gastronómica en Pereira, donde publica una columna en el diario La Tarde. En días pasados me envió esta interesante nota que me permito circularizar, aunque no la comparto del todo: Al fin y al cabo, en materia de gastronomía, parte de la diversión es discutir sobre ella!
:Gabriel de las Casas, padre, quien en la radio de los años 50's, 60's, '70s y 80's fue tan conocido como lo es actualmente su hijo homónimo, gran amigo mio desde esos tiempos, es una autoridad gastronómica en Pereira, donde publica una columna en el diario La Tarde. En días pasados me envió esta interesante nota que me permito circularizar, aunque no la comparto del todo: Al fin y al cabo, en materia de gastronomía, parte de la diversión es discutir sobre ella!
Aquí va:
¡Que "oso", doña Lina!
Lamentable la Cena ofrecida a los Príncipes de Asturias en la Casa de Nariño
Gabriel Delascasas Herrera
Con todo el respeto para doña Lina, su desconocimiento de la Gastronomía Colombiana, se manifestó al contratar a doña Leonor Espinosa para la preparación de la Gran Cena de Gala ofrecida a los Príncipes de Asturias.
Puede que doña Leonor sea excelente cocinera, pero no más. Su geografía gastronómica, está muy lejos de la Geografía Gastronómica Colombiana.
Su personal estilo culinario, tergiversa la esencia de la cocina colombiana en toda su estructura. Su cocina, es una gran ofensa para la Bandeja Paisa, la Arepa de Huevo, el Sancocho en sus múltiples versiones, el Ajiaco, los frijoles con garra, y todos los platos colombianos.
Es sorprendente la manera como doña Leonor desvaría los argumentos básicos de nuestras cocinas. Si yo fuera Bandeja Paisa o Arepa de Huevo, le estrellaría un huevo en la cara a doña Leonor, con el aplauso de todos los platos de la gran cocina colombiana.
Pero, volviendo a la cena de palacio, veamos como fue el menú:
Entrada: Carpaccio de Caracoles con aceite inchi. El Carpaccio, es de un célebre chef veneciano, llamado Guiseppe Cipriani, quien inventó el sencillo plato que hoy se sirve, como entrada, en los cinco continentes. Este plato, lo vende doña Leonor en su restaurante por $19.000.oo como entrada común y corriente.
En España, por ejemplo, país de origen de los agasajados, el Carpaccio de Caracol, se consume en muchas regiones y se debate entre platos tradicionales de campo.
Finalmente, el inchi, conocido también con el nombre de Maní del Inca, es oriundo de la selva amazónica peruana y los nativos de esa enmarañada zona lo han utilizado desde tiempos inmemoriales. Total que la entrada de doña Leonor, no tiene nada de cocina autóctona colombiana.
Luego ofreció un plato típico de Guapi. Una papa rellena de mariscos. Este plato, no es típico de Guapi, es de origen peruano y también se prepara en el Ecuador. Tampoco este plato es colombiano. El coco es asiático de las islas de Malasia, en Indonesia. El coco apareció hasta el siglo VI siendo importado a Egipto del área del Océano Indico y aun así no impresiono mucho a pesar que Marco Polo lo nombro "LA NUEZ DEL FARAÓN".
El coco se extendió por el Pacifico hasta Centroamérica y el Caribe. Se cultiva principalmente en Filipinas, India, Indonesia, Malasia, África tropical, Sur y Centroamérica. No lo trajeron los africanos, cuando los españoles llegaron a América, hacia mucho tiempo que aquí se conocía el coco.
Tampoco es colombiano el Sancochito, de gallina criolla, tal vez puedo ser el único plato de más raigambre en Colombia, con sus más de 27 versiones, pero preparado al estilo de doña Leonor, forma parte de su peculiar cocina personal sin el fundamento, ni las sus características especiales del autentico Sancocho, como plato colombiano.
Finalmente, si doña Leonor revisa las geografías gastronómicas, se encontrará que la Caspiroleta, también es de origen peruano, igual que el arazá o guayabo amazónico, fruta que utilizó para el final.
Esta a grandes rasgos, fue la gran muestra de cocina colombiana que orgullosamente La Casa de Nariño ofreció a los Príncipes de Asturias. Lástima que en Colombia no se encuentre una verdadera chef y experta en cocina colombiana, como Alba Iris Aranda, quien si conoce de verdad los sabores y la esencia de la cocina colombiana
Afortunadamente, doña Leonor ya no aparece en el canal Gourmet. Cada presentación, me obligaba a tomar en cantidades, agua de toronjil para los nervios.
Doña Leonor, creo que logró su protagonismo, al enredar a la ministra de cultura con un falso concepto de la gastronomía afro colombiana, para darle posición a su restaurante y doña Lina, en su ignorancia gastronómica, quiere insolente e imponentemente calificarla como la gran chef colombiana sin darse cuenta del "oso" que hace como primera dama."
Que opinas?
Juan Jorge Jaeckel
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