Tuesday, August 16, 2011

DOS RECOMENDACIONES: KLASS Y VISTO BUENO - 2011


Date: Tue, 2 Aug 2011


Hola:
Hace como dos meses Yarka hizo un interesante descubrimiento a solo una cuadra de nuestra casa: Klaas Restaurante (Calle 77A # 12-26, Teléfonos 346-1404 y 317-764-4565). Ese día queríamos  almorzar fuera  porque Gloria, nuestra excelente cocinera, había regresado por un día a su nativa Saboya, y al pasar frente a él le despertó la curiosidad a Yarka. Yo también lo había pasado en repetidas ocasiones pero ni lo había notado.
Klaas queda en una vieja casa de ladrillo, abajito del parque Benito Suarez, antes sede de un bar y restaurante bohemio,  que ha sido dividida entre tres inquilinos: el "restaurante ejecutivo" Cilantro's,  así con apostrofe y S,  no porque sea propiedad de esa hierba o de Mr. Cilantro, sino porque con 's  parecer mas fino; Brown, una pastelería que se llama "repostería" y tiene unos cuantos platos de "seco"; y casi escondido, Klaas Restaurante que es restaurante muy peculiar y de bajo perfil que quiero recomendar porque es una experiencia gastronómica excelente y diferente.
Klaas es un restaurante tanto de mercado y como de autor. Es muy pequeño: en lo que fue un antejardín  tiene cinco mesas con sillas  plegables de madera, unas con parasoles y otras bajo un medio techo de cañabrava. En el interior que es minimalista y oscuro hay dos espacios con unos cubos que hace las veces de mesas y sillas para un gran total que no pasa de 10 o 12 comensales, y un pequeño comedor con la mesa del chef con 6 sillas convencionales. Yo prefiero las mesas al aire libre y la hora del almuerzo (también sirven desayunos desde las 8:00 a.m.).  La cocina, en cambio es inmensa y con todos los juguetes de alta tecnología. La considero adecuada para un hotel de 50  hasta 100 habitaciones.
El chef es  Klaas de Meulder, un muy joven belga –  a diferencia de otros chefs belgas, sin pretensiones ni cuidadosamente cuidado acento - que combina la tradicional técnica con su inmensa creatividad inspirada en lo que trae de la plaza. Por eso no tiene carta impresa. Klaas va a la mesa y le cuenta a los clientes lo que ese dia mejor puede preparar (generalmente las opciones son tres entradas, cuatro platos principales y varios postres) y les explica como los piensa hacer. En mi modesta opinión todos son estupendos. Después de ir varias veces y probar muchos platos (Klaas rara vez se repite), pensamos con Yarka que podría ser conveniente guardar en secreto este  descubrimiento para que no se nos volviera imposible conseguir una mesa. Luego decidimos que eso sería demasiado egoísta y que mas bien llamaremos a reservar con anticipación lo cual de todas maneras es aconsejable porque el lugar es tan pequeño que fácilmente se llena.
No voy a describir platos porque cambian todos los dias, pero si he descubierto dos constantes. Generalmente ofrece algo marroquí, una versión de Tagine o Tayin, (no confundir con el tajine – alias hummus - de garbanzo) que es un cocido de carne y verduras que no sirve en la vasija de barro con tapa cónica que le da el nombre. Y como es de esperarse en el restaurante de un belga, tiene excelentes postres de chocolate. Siempre ofrece la Terrine de Chocolate que en $ 6.800 es un regalo.
En cuanto a bebidas, Klaas tiene una cerveza belga que no he encontrado en otros lados. La marca es Duvel y es rubia pálida, ligeramente turbia, con abundante espumas, sabor fuerte, > 6% de alcohol, y viene tapada en botella de 750cc con corcho y alambre, igual a un vino espumante. Vale $35.000 y es deliciosa.
El vino de la casa es un Malbec 2008 de una vinería de la Bodega Fournier  en el Valle de Uco, Mendoza, ($65.000).  Si uno quiere, le sirven  la mitad de la botella a mitad de precio. Este Malbec tiene una nariz deliciosa que se riega por toda la mesa al destaparla.
En la Escala de Zagat (de 1= pésimo a 30 = absoluta perfección) califico a Klaas Restaurante así: Comida: 28; Ambiente: 21; Servicio: 26; Precio: Razonable. En la Escala de Jaeckel (Categorías A: no debí haber ido; B: fui y no pasó nada; C: fui y podría volver; D: uno de mis favoritos) lo pongo  en D+, porque la comida es muy variada, es estupenda, no es cara y me queda muy cerca a mi casa. Para los que no viven tan cerca, también tiene un gran + : siendo restaurante de barrio, todavía se puede estacionar en frente sin que la grúa se lleve el carro. Yarka y yo recomendamos Klaas sin reservas de ninguna clase…… pero recomendamos reservar!
Y aquí va una adenda con otra recomendación:
Visto Bueno, la guía de restaurantes de Bogotá editada por Puntos Suspensivos y la Universidad de la Sabana, y patrocinada  por Diners Club.
Acaba de salir la segunda edición de Visto Bueno que sigue siendo la mejor orientación disponible sobre restaurantes bogotanos porque, a diferencia de la mayoría de las demás fuentes de información sobre restaurantes, es una guía de verdad porque además de dar nombres, direcciones y descripciones de restaurantes los califica en calidad, en servicio y en ambiente. Las demás fuentes de información apenas son directorios.
Visto Bueno no es perfecta,  pero una guía perfecta, gastronómica o de  cualquier otro género, no existe. Ante todo porque no puede ser completa: ni siquiera las Páginas Amarillas, que son el directorio mas extenso, incluyen todos los restaurantes.  Y porque es imposible que las opiniones de uno estén totalmente de acuerdo con los criterios de quienes preparan la guía.
Visto Bueno califica mas de 200 restaurantes de manteles en Bogotá y sus alrededores. Lo hace mediante  visitas anónimas de evaluadores que después llenan un formulario de casi 60 puntos con los cuales el editor llega a calificaciones porcentuales de Ambiente, Servicio y Calidad (Por Mejorar <59%; Bueno 60-74%; Muy Bueno 75-89%; Excelente 90-100%) que pondera para llegar a un Puntaje Final. Claro que faltan algunos restaurantes que yo considero importantes pero, cuando hay literalmente miles de restaurantes, alguien tiene que decidir cuales vale la pena publicar y esa es la función y el privilegio del editor.
No estoy de acuerdo en los puntajes que el editor le da a algunos restaurantes que conozco, pero me sorprendió la cantidad de calificaciones que coinciden con mi opinión. Las descripciones de los restaurantes, aunque claras, me parecieron rígidas y frías: son menos amenas que un informe de gerencia. En todo caso opino que el trabajo que hicieron los investigadores de la Universidad de la Sabana es absolutamente serio, consistente y sumamente útil para quien no quiere caer en el pecado de comer mal en Bogotá.
No sé si Visto Bueno fue distribuida a todos los suscriptores de El Tiempo o si la recibí en forma aleatoria. Si no la tienes, te recomiendo que la pidas al Diners Club o la busques en una librería.
Un abrazo,
Juan Jorge Jaeckel

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