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En este viaje con mi señora tomamos varios miles de fotos y 5 horas de videos. Si un consocio esta interesado en ver alguna parte, gustosamente las mostraremos. Puede contactarnos por e-mail jjjaeckel@hotmail.com
India, a continuación de China, es el país del futuro. Así lo indican todos los índices de desarrollo económico Es, también después de China, el país de mayor crecimiento turístico. ¿Vale la pena cruzar medio mundo para visitarla? Si, pero vaya prevenido: es un país absolutamente lleno de monumentos y templos extraordinarios, inmensa riqueza, cosas bellas, y miseria tan absoluta que uno siquiera puede imaginar. ¿Vale la pena ir? Claro que sí! Lo que es mas, mi señora y yo estamos ansiosos de volver: es una experiencia extraordinaria..
Antes de iniciar este relato de viaje permítanme hacer una breve, temerariamente simplificada y generalizada cápsula para poner el país en perspectiva. India se formo de centenares de pequeños reinos de diversos origines religiosos y étnicos. Sus gobernantes, los maharajas, eran monarcas absolutos y muchos eran riquísimos. Al llegar los británicos, aprovechando las rivalidades y mediante muy astuta diplomacia, con pactos y alianzas establecieron un virreinato con derechos comerciales, tributos, y el manejo de las relaciones exteriores de India, dejándoles a los majarahas todas sus propiedades, el cobro de los impuestos que quisieran imponer en sus reinos y sus propios ejércitos. Con el fin de la colonia, el estado Hindú asumió todas las funciones de gobierno, y los maharajas, aunque conservaron sus propiedades, perdieron el cobro de impuestos. Los más hábiles, conservaron y hasta acrecentaron sus riquezas. La mayoría, con el tiempo las han ido perdiendo. Algunos convirtieron sus palacios en fastuosos hoteles, algo que definitivamente hay que disfrutar.
Mi señora y yo somos "viajeros independientes" que organizamos nuestros viajes esquemáticamente y vamos ajustando el itinerario y los tiempos de permanencia de acuerdo a lo que nos vaya gustando. Como la mayoría de los turistas llegamos a Delhi, la capital, una ciudad de mas de 13 millones de habitantes, llena de fascinantes monumentos pero también de miseria impresionante. Ahí descubrimos la primera regla para disfrutar de India: deje la conciencia social guardada en la cajilla de seguridad del hotel para que no se vaya a salir a atormentarlo.
Hecho esto visitamos Jami Masjid, la gigantesca mezquita del siglo XVII que un viernes puede acomodar hasta 20.000 fieles, el Fuerte Rojo que fue sede del poder Mogul, luego de los británicos y hoy es símbolo de la nación Hindú, el complejo arqueológico de Qutab Minar, un minarete de mas de 70 metros construido en el siglo XIV, y el parque en que cremaron los restos de Gandhi. Recorrimos Rajpath, una avenida ceremonial de 3 kilómetros que entre parques y lagos va de la Puerta de India hasta los jardines Mughal del espléndido Palacio Virreinal (hoy Palacio Presidencial) construido al inicio del Siglo XX para epatar hasta los más ricos maharajas, pasando por el Secretariado Central, también construido por los británicos, sede de varios ministerios. Cerca esta el barrio diplomático que viene de la misma época. Visitamos también Connaught Place la famosa galería de arcadas de locales comerciales en doble círculos construida en 1931 para contrastar con los caóticos bazares hindúes. En este propósito el éxito fue muy parcial. De seguir en esta enumeración me haría interminable.
En Delhi empezamos a organizar la segunda parte de nuestro viaje, la visita a la provincia de Rajasthan. En ese momento descubrimos la segunda regla para disfrutar de India: Planee y reserve con anticipación porque cuando no hay monzones - que varían según la región entre junio y octubre - todo esta copado. Afortunadamente nuestro hotel nos refirió a un "operador turístico"que nos consiguió alojamiento (no necesariamente en los hoteles palaciegos que queríamos, pero de todas manera adecuados) en los lugares que queríamos conocer. Valga decir aquí que en India, como en toda Asia, la hotelería tiene niveles de calidad y servicio que en occidente ni siquiera sospechamos.
El operador no nos consiguió un carro de alquiler porque la tercera regla para disfrutar de India es: Tome un carro con chofer porque la señalización es prácticamente inexisten, el trafico es endemoniado y sin alguien que conozca no encontrara su camino. Además, el carro con chofer cuesta prácticamente lo mismo que el solo alquiler. Ya con camas y ruedas aseguradas salimos a explorar el noroeste que fue una de las regiones más ricas de India.
Empezamos por Mandawa, una pequeña ciudad cuyo monumento principal es el Palacio del Maharajá, ahora hotel en el que si nos pudimos alojar, y muchísimos havelis, elaboradísimos palacetes de ricos comerciantes, la mayoría decaídos y en desuso porque sus dueños ya no son ricos o han ido a vivir a otro lado pero que de todas maneras hay que verlos. En Mandawa descubrimos que el camello es motor de buena parte del transporte de esta región que es mayormente desértica, con dunas y todo.
Continuamos a Bikaner, una ciudad de unos 350.000 habitantes muy comercial y activa. El centro lo circunda una muralla de 7 kilómetros. Ahí queda el fuerte Junagarh del Siglo XVI con dos palacios y un interesantísimo museo militar con armas usadas por los ejércitos de los maharajas locales desde tiempos inmemoriales hasta la Segunda Guerra Mundial..
De Bikaner fuimos a Jaisalmer, una pequeña población de 30.000 habitantes en medio del desierto. Una muralla rodea un montículo en el cual yergue un espectacular fuerte que data del Siglo XII. Dentro del fuerte están, además del Palacio del Maharajá, muchos havelis con fachadas que parecen encaje en piedra, algunos habitados por sus dueños y bien mantenidos, y varios templos Jain, un culto vegetariano y de no-violencia practicado principalmente por comerciantes ricos del occidente de India que data de hace 2600 años. Al sur de la muralla, rodeado de pequeños templos, esta en estanque de Gadi Sagar, que suministro agua al fuerte. Una tarde salimos a ver el atardecer en el desierto. Para llegar tuvimos que alquilar camellos que en media hora nos subieron a una duna desde donde vimos la puesta del sol. Es un espectáculo único! Montar en un camello es mas agitado que andar en un viejo Jeep en carretera destapada y con muchos huecos.
De ahí pasamos a Jodhpur, conocida como la Ciudad Azul por el color de la mayoría de sus casas. Con 600.000 habitantes es la segunda de Rajahstan. Su principal atractivo es el Fuerte Mehrangarh. Construido en el año 1459 sobre una colina de 125 metros y rodeado por una muralla de 10 kilómetros domina la ciudad y sigue siendo administrado por el Maharajá de Jodhpur. Contiene varios palacios espléndida y pintorescamente decorados y un museo que da una clara idea de cómo se vivía en la época feudal. En el camino al fuerte esta el monumento en memoria del Maharajá Jaswant Singh II, a quien al haber traído irrigación al área, se le atribuye la prosperidad de la región. Construido en 1899 tiene un hermoso lago, jardines y un inmenso cenotafio con elegantes columnas de mármol blanco.
Otro de los atractivos de Jodhpur es Umaid Bhawan, el mas reciente palacio de India.
Iniciado en 1929 por el Maharajá Umaid Singh, supuestamente para crear fuentes de trabajo durante una hambruna, su construcción tomo 15 años a 3000 hombres. Tiene 347 habitaciones, 8 comedores, uno de los cuales puede acomodar 1000 comensales, dos teatros y muchas salas de recepción. Hoy es parcialmente habitado por el actual Maharajá. El resto es un lujoso hotel. Unmaid Bhawan Palace que sirvió de modelo al Sun City Palace Hotel, el hotel más estrafalario de Sur Africa, un divertido cruce de Disneyland con Las Vegas.
Seguimos camino a Udaipur, la ciudad de los lagos. En el camino paramos para conocer el Templo Jain en Ranakpur, elaboradamente construido en mármol blanco en el Siglo XV. Es el más grande de ese culto. Udaipur, con sus palacios de mármol y sus lagos parece salida de un cuento de hadas. Es una ciudad de 300.000 habitantes con una larga tradición de artes. Lo mas destacado son los palacios. El de la ciudad, es un complejo de palacios construido desde el siglo XVII hasta principios del Siglo XX por 22 maharajas diferentes sobre el lago Pichola que contiene museos, salas de recepción, apartamentos reales y ahora algunos hoteles de lujo. Construidos sobre islas en los lagos también hay palacios. El mas famoso es Jag Mandir, hoy convertido en el espectacular Taj Lake Palace Hotel, talvez el hotel mas fotografiado del mundo.
Continuamos viaje a Jaipur .Con 1.200.000 habitantes es la capital de Rajasthan. A diferencia de otras ciudades en India, desde su fundación en 1727 su centro amurallado fue cuidadosamente planeado con las anchas avenidas y manzanas rectangulares que aún conserva. Su mayor atracción es el Palacio en el que se destacan la sede del Maharajá de siete pisos extravagantemente decorados, dos museos, y el Palacio de los Vientos que es una falsa fachada con ventanas y balcones de 5 pisos de alto sobre la avenida principal que usaban las damas de la corte para mirar sin ser vistas. Otra atracción de Jaipur es el Observatorio Astronómico, un inmenso complejo de construcciones que incluye un reloj solar que mide el tiempo con una precisión de 20 segundos. También hay que conocer el Fuerte Amber, que queda a 10 kilómetros. Fue la sede de los maharajás antes de la fundación de Jaipur. Es un espléndido conjunto de palacios, patios y jardines de muy difícil acceso. La mejor manera de subir es a lomo de elefante lo cual en si es una atracción, casi tan movida como la montada en camello.
Seguimos viaje a Agra pero en el camino hicimos dos safaris – si, safaris - en Ranthambhore que fue coto de caza de los maharajas de Jaipur. Hoy es un parque nacional habitado por ciervos, gacelas, osos, panteras, chacales, hienas y cocodrilos amen de aves acuáticas y migratorias. Sus residentes más famoso son los tigres. Dicen que casi todas las fotos de tigres que no están en cautiverio son tomadas aquí.
Agra es sinónimo de Taj Mahal, la máxima atracción turística de India. Todos lo hemos visto en miles de fotos, pero ninguna es capaz de comunicar las dimensiones y la belleza de este mausoleo y lo que lo rodea. Las palabras tampoco. Cuando primero aparece lo unico que uno dice es Ahhhhh! Baste decir que hay que verlo. Agra fue la sede del Imperio Mogul y tiene mas sitios que ver: el Fuerte con espléndidos palacios y templo; la mezquita Jami Masjid; el College de St. John para mencionar unos cuantos.
De Agra regresamos a Delhi a tomar un vuelo a Bangalore, considerado el Silicone Valley de India y cuna del Out Sourcing y de los Call Centres. Teníamos curiosidad de ver donde es que contestan las llamadas a American Express. Bangalore despego en los años 80s, tiene ya mas de 6 millones de habitantes y sigue creciendo con nuevos rascacielos por doquier. Lo mas interesante son las cosas viejas como por ejemplo el inmenso y muy elaborado edificio de la Legislatura y del Secretariado de la Provincia de Karnataka, el parque Cubbon de 135 hectáreas en el centro de la ciudad con estatua de la Reina Victoria y Lalbagh, el mas rico jardín botánico en el sur de Asia, con un Palacio de Cristal para exhibiciones, replica del de Londres.
Tras casi un mes de viaje decidimos descansar varios días en Goa, que fue colonia portuguesa hasta 1961. A diferencia de Rajasthan y Karnataka, Goa es exuberantemente verde. En la época portuguesa fue comercialmente a India lo que San Andrés fue a Colombia. Si bien étnicamente es hindú, en espíritu y en arquitectura es latina y mediterránea. En vez de templos Hinduistas o mezquitas Musulmanes dominan iglesias y conventos Católicos y los fuertes parecen Caribes. Por nombres y apellidos podrían ser brasileros. En los últimos 20 años Goa se ha convertido en el resort de moda de India y como tal hay que disfrutar de sus hoteles y sus muchas hermosas playas. Hay que caminar por Panjim, la pequeña y exuberante capital actual y por la vieja Goa que dicen que fue la más esplendorosa ciudad de Asia hasta que por malaria y cólera fue casi abandonada en 1750. Hay que conocer varias iglesias como San Francisco de Asís y la Se (catedral), pero sobre todo la Basílica del Buen Jesús con la tumba de San Francisco Javier y las ruinas del Arco de los Virreyes y del Convento Augustino. En la provincia de Goa no hay palacios pero quedan algunas de las mansiones en que vivían los hacendados como la Casa de los Braganza. También hay que conocerla.
Finalmente volamos a Mumbai, (el nuevo nombre de Bombay), con 13 millones de habitantes y creciendo. Es la capital económica de India y sede de ricas y dinámicas empresas en espléndidas plantas y edificios rodeados por impresionantes cordones de miseria. En Mumbai, a pesar de la miseria en la calle, hay mucho bello e interesante que ver. La recomendación es mirar del segundo piso para arriba. Ante todo esta el centro que viene principalmente de tiempos británicos. La entrada en el puerto es La Puerta de India (homónima y anterior a la de Delhi) y detrás el hotel Taj Mahal. Cerca hay muchos edificios victorianos tales como las Altas Cortes, la Torre del Reloj de 78 metros, El Museo del Príncipe de Gales, el Museo de Arte Moderno, la Biblioteca David Sassoon. Sobre todo hay que ver Victoria Terminus, la hermosa e imponente estación ferroviaria, aunque da la impresión de no haber sido barrida desde que se fueron los ingleses. También hay que recorrer el Marine Drive que bordea la bahía, hermosísima si se mira hacia arriba y a la distancia.
Mumbai es la sede de Bollywood, la mayor industria de entretenimiento en el mundo. De hecho produce mas de 1000 películas anuales, el triple de su contraparte Norteamericana. Casi mandatóriamente tienen intermedio y duran como 4 horas, tienen mucha música y baile y culminan con un final feliz. Vale la pena conocer Film City el inmenso parque estudio donde se producen muchas de ellas, lo mismo que telenovelas y otros programas de TV. También vale la pena conocer los templos Hinduistas en las cuevas de la Isla Elephanta que datan del Siglo VI A.C. Son fascinantes! Para llegar se toma un ferry que sale del colorido puerto de la Puerta de India. El viaje dura una hora en cada dirección y la sola vista de Mumbai y luego de la isla justifica la ida.
Aun nos quedo mucho por visitar en India: Calcuta, Varanasi, Chennai (antes Madras) y Hyderabad para mencionar solo unos cuantos. Volveremos!
Para terminar quiero contestar algunas preguntas que no me han hecho:
Respuesta: Si. Las vacas sagradas no solo existen, a veces paralizan el tráfico. En algunas ciudades, por ejemplo Bikaner, hacen muy difícil andar.
Respuesta: La comida en India es variada, deliciosa pero muy picante y los meseros son mentirosos. Uno les pide "sin picante", ellos contestan "con mucho gusto" y uno se quema las papilas.
Respuesta: La gente es amable y hospitalaria. Las mujeres son morenas, de rasgos finos y por lo general muy bonitas. En sus saris hasta las más humildes se ven elegantes.
Respuesta: Los precios están por debajo del promedio mundial. La relación costo / beneficio es buena, especialmente si uno puede ignorar la miseria circundante.
Respuesta: 350 millones de hindúes, (a tercera parte de la población) es angloparlante, mas que todos los ingleses, norteamericanos incluyendo canadienses, australianos y neocelandeses sumados. Aunque soy fluido en ingles, cuando le confesé a un amigo Hindú que tengo alguna dificultad para entenderles, me contesto que si al mundo se rigiera realmente por las mayorías, la entonación y el acento correcto seria el de ellos.
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