Monday, January 23, 2012

Inicio de Viaje: ATLANTA 2011

Subject: Inicio de Viaje: ATLANTA 2011
Date: Tue, 22 Nov 2011


Hola:
Después de cinco semanas de viaje estamos de regreso en Bogotá, y estoy muy contento con los comentarios que encontré sobre mi recién estrenado blog sobre viajes, gastronomía y espectáculos. Si no lo has visto, lo encuentras en  http://www.cronicasdejaeckel.blogspot.com/, o sencillamente entrando en Google o Bing "Crónicas de Jaeckel".  Te agradecería que cuando lo veas me hicieras algunas sugerencias para hacerlo más ágil y leíble.
Vamos a la crónica: al fin tomamos el crucero y  viaje que teníamos planeado hace mucho tiempo pero que por motivos varios veníamos posponiendo, hasta que un mes en Alemania que lo precedía desapareció por completo! Voy a comentar este viaje en varias notas para que no se vuelva un solo largo y pesado ladrillo. Aquí va la primera:
 Iniciamos el viaje en Atlanta, que sigue siendo la bellísima y tranquila ciudad cubierta por un bosque que conocí hace muchas décadas, aunque ahora, en las zonas comerciales, hay grupos de edificios que perforan el manto verde.  De Atlanta solo tengo felices recuerdos porque allá nació mi romance con Yarka. Ella vivió allá por años y dejó muchos amigos,  por lo cual tuvimos una agenda social bastante agitada.... algo a lo que ya no estamos acostumbrados.
En dos ocasiones cenamos en casa de Susan Bradford - una de las mejores amigas de Yarka - diseñadora  de interiores casada con Rafael Barragán, un actor muy bohemio que dejo las tablas porque se dio cuenta que mezclar cocteles le daba, además de un buen ingreso estable,  un escenario en que noche por noche podía improvisar. Con el tiempo Rafael, también conocido como El Sapo Barragán  en su natal Xalapa, Estado de Veracruz (donde como en nuestra Santafé de Bogotá, los apodos con nombres de animal  – el Pato, el Runcho, el Chivo, el Chulo  – son patrimonio familiar) cambió de oficio y hoy es jardinero paisajista, escritor e investigador gastronómico de cocina mexicana y cocinero de la mas alta gama. Él nos preparó deliciosos Chiles Nogadas, que por tener los colores de la bandera mexicana son considerados el Plato Nacional.
Otra noche nos reunimos con Linda y John Despriet, ella Doctora en Educación, él  uno de los abogados que represento a Avianca Inc. en la negra época del proceso de quiebra que antecedio a la venta y resurrección de la aerolínea. Cenamos en su casa que como casi todas las de la ciudad está rodeada y escondida bajo el denso bosque. Linda nos preparó tantos deliciosos platillos que pienso que también debe tener un Doctorado en Entremeses.
Como muchas veces visitamos amigos en sus casas, poco fuimos a los  excelentes restaurantes que hay en Atlanta. Una de esas veces fue con Pam y Clive McAllister,  retirado vicepresidente de una de las grandes firmas de contadores. Clive nació en Zimbawe cuando era Rodesia, y vivió buena parte de su  vida en Suráfrica, lo cual  da mucho tema.  Ellos nos llevaron a un restaurante  muy nuevo que se llama  Niko (3340 Peachtree Road, en el distrito de Buckhead, Tel: +1- 404-261-6456 ,  http://www.buckheadrestaurants.com/bistro-niko/menu/ ), igual a uno de nuestros restaurantes favoritos de Bogotá. Es un bistró  pero muy grande, con un marcado aire de Fin de Siecle (del XIX vale la pena aclarar) con tres ambientes muy definidos, incluyendo una cocina a la entrada y a la vista que con solo olerla abre el apetito. La carta es tradicional francesa y todo es cuidadosamente preparado y servido. Niko  es uno de los sitios in de Atlanta, a donde va la gente para mirar y ser vista, cosa que se nota por la forma en que se  visten y se arreglan, especialmente las damas.
Bistro Niko es tan nuevo que figura en la edición  2011 de Zagat pero aún no está calificado porque al cierre de la encuesta aún no tenía suficientes opiniones para hacer confiable la calificación. De todas maneras, en la Escala de Zagat (de 1 pésimo, a 30 perfecto) le daría: Comida 26: Ambiente  28; Servicio  26;  Precio: Razonable.   En la Escala de Jaeckel (A: No debí haber ido;   B: Fui..... y no pasó nada;  C: Podría volver....;  y  D: Esta entre mis favoritos) le doy una D, por la comida, por el ambiente,  pero sobre todo por los  "churritos"  tan lindos que se ven en casi todas las mesas....  Ir a Niko – el de Atlanta - es darle de comer también a la vista!
Teniendo en cuenta mi gran afición a los frutos del mar,  cenamos en el Atlanta Fish Market, (265 Pharr Road, tambien en Buckhead, Tel: +1-404-262 3165, http://www.buckheadrestaurants.com/media/menus/Current_AFM_Dinner_10-20-11.pdf ), una gigantesca pescadería que recuerdo de mis tiempos de noviazgo con Yarka. Es muy fácil de encontrar porque su principal identificación es la inmensa figura de un pescado saltando del agua, que sobrepasa por tres o cuatro pisos los techos de las construcciones vecinas. Adentro hay varios comedores con diferentes aspectos rustico-pesquero-semiantiguos  (circa 1920), todos inmensamente grandes, algunos con tanques de pescados, otros con langostas y cangrejos todos vivos. Y en una esquina, la  barra de sushi que ya no puede faltar! Yo pedí mariscos: un muestrario de ostras sobre hielo, patas de cangrejo y almejas en vino blanco. Excepto por las minúsculas ostras, lo demás resultó excelente. Yarka pidió Raya, tan deliciosa que le quise quitar la mitad (no se dejo!). En la Escala de Zagat 2011 Atlanta Fish Market tiene  calificaciones aceptables pero lejos de deslumbrantes: Comida 23; Ambiente 19; Servicio 21, Precio $41 (promedio 3 pasos). No importa: en la Escala de Jaeckel lo califico con D: cuando vuelva a Atlanta regresaré a comer una raya, como la de Yarka, pero  mía propia.
También fuimos  a Houston's, un sitio que yo recordaba como el abrevadero de moda de los yuppies de los años 70's. Hoy Houston's  (http://www.hillstone.com/#/restaurants/houstons/)  ha madurado y es una cadena de restaurantes familiares  especializados en carnes y comidas americanas, muy popular con esos mismos clientes que ahora son ejecutivos que ya no van para hacer "levantes" sino para comer con sus nietos. El aspecto sigue siendo el mismo, pero el ambiente es mas tranquilo y la verdad, se como bastante bien, mucho mejor que en esos tiempos. Tan bien que ahora en el area de Atlanta tiene cuatro locales diferentes y la cadena existe en varios estados. En la Escala de Zagat  Houston's tiene  Comida 22; Ambiente 20; Servicio 22, Precio $33 (promedio 3 pasos). En la Escala de Jaeckel lo califico con C. Me gustaría ir un día con mis nietos Isaac y Daniel.
Entre las cosas nuevas de Atlanta lo que mas nos llamó la atención fue el Acuario de Georgia (225 Baker Street NW: Tel. (404) 581-4000;  www.georgiaaquarium.org/), inaugurado hace seis años, que  aunque uno no sea biólogo marino  y aunque haya visitado muchos actuarios en el mundo, merece una visita. En ningún otro acuario he visto tanques más espectaculares.  En un tanque, entre cientos de otros peces, tienen varios tiburones ballenas que se llaman así porque son literalmente del tamaño de orcas: tienen, en promedio, 8 metros de largo y son los peces más grandes que existen.  La pared de cristal de ese tanque tiene la altura de 4 o 5 personas altas, paradas una en la cabeza de la otra. El Acuario colinda con el divertidísimo Museo de Coca-Cola  (121 Baker Street NW; Tel. (404) 676-5151; www.worldofcoca-cola.com/ ) que narra la historia de la bebida por todo el mundo desde sus comienzos, hace 125, en una botica de Atlanta.
El Acuario y el Museo dan ambos sobre el Centennial Olympic Park  (http://www.centennialpark.com/), construido para las Olimpiadas de Verano de 1996 que le dieron un gran empujón y vuelco a la ciudad. Con varios atractivos monumentos y la Fuente de los Anillos que combina agua, luces y sonidos, pero que sobre todo moja a montones de niños que tratan de esquivar los chisguetes,  se ha vuelto un epicentro turístico de Atlanta.  En sus alrededores quedan también el Georgia Congress Center, la Philips Arena, el Georgia Dome y la sede de CNN (One CNN Center: Tel: +1-404-827-2300;  http://edition.cnn.com/tour/ ), otro de los atractivos turísticos de Atlanta que se puede conocer participando en un tour: es tan popular que sale cada 10 minutos!
En cuanto a espectáculos, otra de nuestras grandes aficiones, fuimos a un muy buen concierto de música rusa de la Orquesta Sinfónica de Atlanta, dirigida por Miguel Harth-Bedoya, director invitado, y Horacio Gutiérrez,  interpretando el Concierto para Piano # 2 de Rachmaninov.  Fue en el Symphony Hall del Woodruff Arts Center,  que sirve de sede a la orquesta. Es una sala con capacidad de 1800 espectadores, con magnifica acústica, en un Centro de Artes Escénicas con varias salas de diferentes tamaños, amplios parqueaderos y fácil acceso desde cualquier punto de la ciudad.
Lo que me lleva uno de mis  largos lamentos favoritos: Dios Mío… que falta nos hace en Bogotá - una ciudad con mucha música, mucho teatro y mucha gente ávida de espectáculos - un Centro de Artes Escénicas con gran auditorio que sirva de sede a una (o varias?) de nuestras orquestas sinfónicas, un gran teatro que sea la base de la Opera de Colombia y escenario para grandes espectáculos, con salas intermedias y múltiples, y salas de conferencia, equidistante de todos los puntos densamente habitados, con amplias vías para llegar sin dificultades!   Dios Mio, que falta nos hace!
El sitio para algo así (indispensable  en cualquier ciudad que pretende tener algo de cultura) es obvio: queda en las inmediaciones del Parque Simón Bolívar que, como dicen con tanta gracia los urbanistas, tiene vocación de ser el centro recreacional, deportivo y cultural de nuestra ciudad. Y algo más: muchos de los terrenos aledaños están desocupados y son del Distrito o de la Beneficencia.
Ojalá  nuestro flamante nuevo alcalde, en el esfuerzo que tiene que hacer para reparar los catastróficos desastres que nos dejaron sus ex-copartidarios, decida que también es importante recuperar algo del tiempo perdido en el desarrollo cultural de nuestra ciudad. El costo de esa recuperación, dentro de la masa de lo que costará rehacer a Bogotá, sería apenas el equivalente a una "adición presupuestal",  de esas que tan generosamente repartieron con los contratistas amigos.
Pero me salí del tema.  En todos estos años – excepto por las zonas comerciales que se han llenado de torres de cristal con  formas muy caprichosas - Atlanta ha cambiado muy poco. 70% de la población es negra pero, medio siglo después de Martin Luther King , no percibí que fuera una ciudad "racialmente integrada". Se ven muchos negros con obvios signos de prosperidad y algunas parejas biraciales, pero por lo general, y en casi todas las actividades, blancos y negros andan cada cual por su lado.
De Atlanta volamos a Venecia haciendo conexión en Frankfurt para hacer la travesía transatlántica que veníamos planeando desde hace meses. Ese será el tema de la próxima crónica….. Hasta entonces,
Recibe un abrazo,

Juan Jorge Jaeckel

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