Monday, March 25, 2013

Nueva Meca Gastronómica: SAVANNAH, Ga.- 2013

Hola:
Aunque tardíamente, retomo la narración de nuestro ya tradicional viaje de fin de año a Estados Unidos que deje trunca en Nashville (ver http://cronicasdejaeckel.blogspot.com/search?updated-max=2013-02-17T13:18:00-05:00&max-results=1 )  para comentar sobre una corta visita a Curaçao:
De Nashville salimos directamente a Savannah, un viaje por carretera de algo más de ocho horas, pasando por Atlanta. Créeme que cruzar Atlanta sin parar es muy duro, casi tan duro como dejar a un lado a Florencia, cosa que nos tocó hacer hace unos años porque teníamos un barco esperándonos en Civitavecchia, el puerto de Roma, a donde tampoco entramos…… la vida está llena de duras decisiones!
Habíamos estado de paso en Savannah  hace más de 30 años y la recordábamos como muy linda, pero esta vez, desde el instante  en que llegamos, nos dejó fascinados: Savannah es de otra era, ante bellum (< 1860)  la llaman los gringos, esta increíblemente bien preservada,  y todo, absolutamente todo, funciona como nuevo. Para mi es uno de los sitios más lindos de todos los Estados Unidos…… y no es exageración.
Para principiar, Savannah fue completamente planificada antes de que  hicieran la primera calle. Hay varias ciudades que fueron hechas así: curiosamente las que primero me vienen a la mente son Brasilia, Camberra y Washington, y las tres fueron construidas para ser las capitales de sus respectivos países. La planeación urbana de Savannah, Georgia, antecede aun a Washington D.C. por más de medio siglo y su origen fue muy distinto:
Savannah fue cuidadosa y completamente planeada  para ser la capital de la nueva colonia de Georgia, años antes de que sus colonos embarcaran al Nuevo Mundo. La colonia de Georgia - decimotercera y última de las colonias originales que formaron los Estados Unidos -  fue autorizada por el rey George II (de ahí su nombre), a un grupo constituido por James Oglethorpe –  un general muy inteligente y socialmente consciente que había prestado grandes servicios al rey –`para servir de cojín de seguridad entre la colonia española de Florida y las colonias inglesas al norte. También serviría  para darle un nuevo futuro a ex presidiarios y mendigos de Londres, que muy pronto prosperaron plantando arroz en las cenagosas tierras de esa zona, con la tecnología y mano de obra de los esclavos negros que importaban  de África. 
En Febrero de 1733 el General Oglethorpe  inició la construcción de  Savannah  de acuerdo a un plan muy simétrico de plazas y calles que las intersectan, de las cuales hasta 1854 se llegaron a construir 24, tolas las cuales subsistieron o han sido reconstruidas.  
El plan consta de cuadros colindantes, cada uno con cuatro plazas y  se ve asi:
                                                                   
Este es el plano actual del centro histórico de la ciudad:

Lo extraordinario es que con  esta estrategia urbana  que se implementó  hace casi 300  años para unos pocos coches de caballos, aún hoy el tráfico automotor  fluye libremente: el secreto está en que las calles son anchas. Y no solo son anchas: con los inmensos robles con largas ramas de las que cuelgan largos musgos, son románticas alamedas sacadas de  pasado. Son muy lindas.
Durante la Guerra Civil el general Sherman,  en su Marcha al Mar arrasó   buena parte de Georgia. A Savannah, por ser un puerto  esencial para su abastecimiento al voltear su Marcha a las Carolinas, le hizo poco daño. En la Reconstrucción del Sur  que empezó en 1865, la ciudad  adoptó  el estilo arquitectónico victoriano, tan  popular en esa época; por eso Savannah es una ciudad victoriana. Cuando a mediados del siglo pasado empezó la fiebre de la "modernización",  un grupo de valientes señoras inició un movimiento cívico que logró preservar la ciudad tal y como fue reconstruida. Otras ciudades sureñas no tuvieron esa suerte y perdieron buena parte de su patrimonio arquitectónico. Savannah sigue siendo  una ciudad  muy tranquila, muy amable, muy agradable: es un "túnel del tiempo" que desemboca a fines del Siglo XIX. Estuvimos tan contentos que en vez de los dos o tres días planeados, nos quedamos el doble, seis días.
Donde nos alojamos?  Savannah tiene hoteles de muchas de las marcas tradicionales, pero cuenta además, en su distrito histórico,  con un gran número de pequeños hoteles, la mayoría excelentes. Nosotros optamos por el   Mansion on Forsyth Park,  (700 Drayton St. Savannah, Georgia, Tel. 912-238-5158, www.marriott.com/hotels/travel/savad-mansion-on-forsyth-park-autograph-collection/), que es parte del  Autograph Collection, una nueva marca de la cadena Marriott (cadena a la cual nosotros le somos muy fieles)  que reúne hoteles boutique, todos de altísimo nivel, pero libres de la estandarización de las grande marcas de hoteles: cada hotel del Autograph  Collection es diferente y único.
Mansion on Forsyth Park, da sobre Forsyth Park, una especie de Central Park, pero pequeñito, en el extremo sur del Distrito Histórico (ver mapa), que está rodeado por  lo que fueron  las mansiones de muchos plantadores y comerciantes de algodón de finales del Siglo XIX. Las hay de todos los estilos populares en esa época. El hotel  está en una mansión construida en 1888, que con sus ampliaciones y actualizaciones tiene gran lobby, piscina, gimnasio, Spa, un  buen restaurante, galería de arte, salas de conferencia, piso ejecutivo con su lounge: todo lo que tiene un hotel grande de 5 estrellas, y además el encanto de un hotel de otra era.
Como dato curioso,  la ciudad es tan amplia y tranquila que cuando preguntamos  donde podíamos dejar estacionado  el carro  nos dijeron que en la calle y nunca nos faltó sitio a menos de una cuadra de la entrada del hotel.  Mansion on Forsyth Park  nos pareció un estupendo hotel; vale la pena que mires las fotos en el link de arriba. El costo por noche es de alrededor de US$ 200, y el parqueo en la calle es gratis.
En la Escala de Jaeckel (A: no debí haber ido; B: fui y no pasó nada; C: fui y podría volver; D: uno de mis favoritos), calificamos el hotel Mansion on Forsyth Park con una D aclamada! Cuando volvamos a Savannah –y  ciertamente volveremos – no me cabe ninguna duda que ahí  nos alojaremos.
Que hay que hacer en Savannah?  Ante todo hay que recorrerla,  primero - para orientarse - en un City Tour y preferiblemente en un bus de los que llaman Hop On, Hop Off  que circulan cada X minutos en una ruta y hacen un montón de paradas en las cuales uno se puede bajar, explorar  y  retomar un bus siguiente. Luego hay que recorrerla en carro y a pie. Otro plan divertido es tomar un barco de turismo  por el rio para ver los alrededores y las antiguas plantaciones. También hay infinidad de casas de todos los periodos muy bien preservadas – muchas de ellas de personajes famosos -  abiertas al público que dan una idea de cómo vivían hace 100, 150,  200 años y mas atrás, Y hay catedrales, iglesias y hasta una sinagoga del Siglo XVIII.
Como Savannah es una ciudad de construcciones viejas,  abundan los fantasmas.  Por eso otro plan divertido es hacer un Ghost Tour que va relatando  historias terroríficas  a medida que va visitando los lugares en que ocurrieron  escalofriantes hechos cuyos protagonistas – aunque muertos –los siguen rondando porque no han logrado descansar en paz.  Hay varios operadores que ofrecen Ghost Tours, y todos lo hacen  en carros fúnebres (Cadillacs y Lincolns modelos 1980 a 1990) adaptadas para 8 aún vivos pasajeros. Cuando el guía es bueno estos tours son horripilantemente chistosos.
Si te interesa la  historia militar existen tres fuertes, Jackson, Paluski y McAllister muy bien preservados. Si es historia de trenes, el Museo Ferroviario. Y en materia de arte está Telfair Academy con su magnífica colección de impresionistas norteamericanos y el omnipresente SCAD (Savannah College of Art and Design) una de las mas prestigiosas  escuelas del ramo, que entre galerías, museos, salones de clase, estudios,  y oficinas  tiene cerca de 70 ubicaciones diferentes regadas por toda la ciudad. Pero estoy entrando en el terreno de las Guías Turísticas que hacen esto mucho  mejor: para más información te refiero a ellas y voy  a mi tema favorito: la buena mesa.
Con sorpresa descubrimos que en materia de restaurantes Savannah es extraordinaria. Para mi tengo que es uno de los  destinos gastronómicos más importantes de los Estados Unidos: está a la altura de Nueva York, Nueva Orleans y San Francisco. En los seis días que estuvimos comimos seis comidas extraordinariamente buenas, cinco de ellas en la ciudad misma. En todas estaba presente la Cocina Sureña en que predominan  pescados, cangrejos, barbecues, grits (torticas  de sémola de maíz), calabazas,  tomates, pero había de todo. Como no sé cuáles de los restaurantes en que cenamos son los mejores tengo que recomendarlos  todos y vale la pena anotar los que escogimos casi al azar. Tantos aciertos seguidos nunca nos habían pasado.  

El Olde Pink House, (23 Abercorn St. (Bryan St.), Savannah, GA 31401, Tel. 912-232-4286 http://www.plantersinnsavannah.com/menu.htm  - esta dirección lleva a un hotel boutique vecino que lo ofrece de comedor) es uno de los restaurantes más antiguos y reputados de Savannah, y lo recordábamos  de nuestra visita  de hace 30  y pico años cuando Savannah todavía no era una meca gastronómica. Esta vez fue el primero que visitamos y nuevamente nos pareció buenísimo.
El Olde Pink House se llama así porque queda en un caserón  colonial (pre independencia, <1776)  pintado de rosado, que sirvió de cuartel a uno de sus oficiales del ya mencionado General Sherman. Sus varios comedores, alumbrados con velas, son sobrios y  elegantemente espartanos. La cocina está  ricamente impregnada de las tradiciones culinarias del Low Country. En la cena probamos Camarones Salteados con Jamón y  Grits (US$ 9.95), Lenguado con Salsa de Albaricoque (US$ 26.95)  y Filete de Cerdo a la Parrilla servido con Col Rizada y  Ñame (US$ 21.95).  Zagat lo califica Comida: 24; Ambiente: 24; Servicio: 22; Costo:  US$ 50. En la Escala de Jaeckel merece una gran D+,  porque  nos gustó y  mucho.  También nos hizo ver que los encuestados de Zagat, al calificar restaurantes en Savannah, son muy exigentes.

Vic's On the River (26 E. Bay St. bet. Drayton & Whitaker  y/o 15 E. River Street St., Savannah, GA, Tel. 912-721 1000, http://www.vicsontheriver.com ) es un restaurante muy peculiar: es uno pero  tiene dos direcciones diferentes: queda en una vieja bodega para algodón construida que da por un lado al malecón delpuerto del rio, y por  el otro a una de las principales calles comerciales de la ciudad en la cual colinda con el edificio de la Antigua Bolsa del Algodón, otro de los muchos interesantes edificios históricos de Savannah. Mas curioso aun  es que entre las dos entradas hay un desnivel de 4 pisos. La bodega fue construida en 1856 y sirvió al General Sherman para alojar tropas y almacenar abastos. Los comedores son sobrios y sencillos salones elegantemente amoblados en estilo colonial. En la pared de uno de los comedores todavía queda,  pintado por  algún oficial del General  Sherman , un gran mapa de la región que debió servir  para  planear estrategias.
Pero vamos a lo importante que es la comida, Vic's tiene dos cartas que solo se parecen en Entradas y Sopas: la del Almuerzo (11:00  a.m. a 4:00 p.m.) es bastante barata: el plato más caro (Cangrejo Relleno de Camarones) vale US$ 14 y abundan los sándwiches que en el caso del Po' Boy (Baguette rellena de Camarones) también vale US$ 14. Todo lo demás está por debajo y toca fondo en US$ 8. La carta de la Cena (4:00 p.m. en adelante – los gringos cenan muy temprano) incluye dos sándwiches (US$11) pero los platos principales, mucho mas elaborados, son a otro precio: arrancan en US$ 15 y llegan hasta US 31). Zagar califica a Vic's asi: Comida: 25; Ambiente: 28; Servicio: 25; Precio $ 58. Yo le doy una gran D: nos pareció excelente.

El Sapphire Grill (110 W. Congress St. (Whitaker St.), Savannah, GA, Tel. 912-443-9962, http://www.sapphiregrill.com/), muy de acuerdo con su nombre, es todo azul: las paredes, los pisos, los manteles, hasta las luces son azules. Es una especie de contrapunto  en medio del sector histórico colonial de la ciudad. Pese al decorado ecléctico por decir lo menos, y debido a un servicio excepcionalmente amable, experto y jovial y una cocina extraordinariamente buena, el restaurante resulta tener el ambiente de un cordial bistró.
Para no complicarnos la vida estudiando el menú bajo la luz azul que a mí me fastidia más que un poco, casi optamos por el Menú de  Degustación  pero desistimos por razón del precio (US$ 145 con vino), que nos pareció muy alto en relación con los precios del resto del menú y los predominantes en la ciudad. Optamos yo  por una Bouillabaise (US$ 34) que resultó muy buena y abundante en mariscos, y Yarka por un Cocido de Ternera (US$ 34), igualmente delicioso. Zagat califica el Saphire Grill Comida: 27; Ambiente 19; Servicio 25; Costo: US$ 53. Yo estoy de acuerdo con Zagat. La excelencia de la cocina y del servicio superan con creces lo azul del ambiente. Yo le doy D-: hay que volver.

Es de esperarse que un restaurante que se  llama "Alma de Caimán" sea inusual.  Alligator Soul (114 Barnard St. (State St.), Savannah, GA,  Tel. 912-232-7899, http://www.alligatorsoul.com )  es al menos algo diferente. Queda en un amplísimo sótano de una construcción colonial, pero su decoración no es de época, sino mas bien subtropical, con muchos  tonos de verde y algo de neón. Solo abre de 5:00 p.m. a 11:00 p.m.. La carta tiene  una fuerte marca de Cajun  y Creole. Supongo que el caimán del nombre venga de los pantanos cercanos a Nueva Orleans.
La carta es relativamente corta, la comida es sana, abundante y muy apetitosa: las porciones son muy generosas. La oferta  de vinos es extensa y bien seleccionada, el servicio es eficiente. Alligator Soul tiene una amplia zona de "lounge" y hay días que tiene  música en vivo pero eso no nos tocó. Nos pareció que, sin llegar a ser exactamente un rumbeadero Alma de Caimán,  es algo mas que solo un restaurante. Algo así  como lo que fue el Grill Europa en la Calle 15, pero un poco exótico. Alguien  recordará todavía el Grill Europa? Había orquesta, se bailaba y se comía muy bien. En los años 50's en Bogotá teníamos muchos "grilles" (así los llamábamos): Grill Colombia, Grill Monserrate, La Casbah, La Candelaria y varios más, todos con músicos, baile y buena comida….. pero estoy divagando: regresemos a Savannah 2013:
Zagat no ha calificado aun a Alligator Soul, pero yo creo que la daría Comida: 25; Ambiente 23; Servicio:24; Costo: el promedio del vecindario. Yo le doy una D- : el lugar es un agradable y abrupto cambio de ambiente,  y las grandes raciones son muy  sabrosas.  

Elizabeth on 37th (105 E. 37th St. (Drayton St.), Savannah, GA, www.elizabethon37th.net , Tel. 912 236 5547), difiere de los restaurantes famosos de Savannah en que , ni es en una construcción colonial ni queda en el distrito histórico colonial. Sin embargo es un restaurante que también tiene  historia. Queda en una  ancha vía cubierta por viejos robles cobijados por musgo, en un elegante barrio residencial de fines del Siglo XIX,  en una inmensa mansión neoclásica, de esas que construyeron los ricos algodoneros de principios del Siglo XX para descrestarse entre sí y a sus vecinos.  Ahí está tal cual, con la casi exuberante elegancia de madera y cuero característica de esa época. La sola casa  merece una visita. Pero eso sería menospreciar la cocina.
La carta corresponde a lo que debieron comer hace 100 años los dueños de casa, pero probablemente – pienso yo - no tan  bien logrado como lo que sirven hoy. La oferta es corta y es de mercado: como depende de lo mejor y mas fresco que el chef consiga en plaza, varia constantemente, pero siempre dentro de  parámetros de "Southern Cooking" en versión muy elegante de  "Lowcountry Cuisine"  con mucho "Seafood" en apetitosas presentaciones. Ver – y probar – para creer! Unas pequeñas entradas y la deliciosa ensalada verde que sirven son por cuenta de la casa. También ofrecen Menú de Degustación de siete pasos (que varía de dia a dia)  por US$ 95.
Para no alargarme, Elisabeth on 37th es un elegantísimo y extraordinariamente buen  restaurante que sirve excelentes platos de comida local, a los precios altos  que corresponden al sitio y a la calidad de la cocina. También tiene una gran cava y la correspondiente extensa carta de vinos. Zagat lo califica así: Comida 27; Ambiente 24; Servicio: 28; Precio: US$ 56. Yo le pongo una D+: cenar en Elisabeth on 37th es una  experiencia inolvidable para gocetas como nosotros.

Posiblemente el restaurante más curioso de Savanaah es  Mrs. Wilkes' Dining Room  (107 W. Jones St. (Whitaker St.), Savannah, GA 31401, Tel. 912-232-5997, www.mrswilkes.com) que según la encuesta Zagat tiene la mejor comida (tiene 28 puntos sobre 30, algo casi inalcanzable aun para restaurantes muy prestigiosos), y  unas cuantas cosas insólitas mas. En 1943 Sema Wilkes,  buscando una fuente de ingresos, compró una ya antigua pensión - de esas que incluye en la tarifa dos comidas diarias -  en una tranquila calle en el centro histórico de Savannah. Dicen que la pensión data de 1870. Mrs. Wilkes,  que sazonaba muy sabroso en su casa, arreglo  el comedor con largas mesas familiares, se hizo cargo de la cocina y tuvo tanto éxito que el restaurante de la pensión empezó a atraer mas y mas comensales, se hizo famoso y con los años eclipso el alojamiento que al fin cerró. Solo quedo el comedor con espacio para 110 comensales sentados de a diez en 11 tablones. Eso fue en los años 60's y todo sigue igual hoy.
La puerta de Mrs. Wilkes'Dininig Room abre a las 11:00 a.m para dejar entrar a los primeros 110 clientes que están haciendo largas colas desde muy temprano. Cuando terminan entra la segunda tanda  y asi van comiendo en tandas de 110. En el restaurante  no hay menú como tal.  No hay nada para pedir pero mucho para escoger.  Cada vez que entra una nueva tanda de comensales encuentra los tablones servidos con bandejas de Pollo Frito, el plato insignia del restaurante,   Salchichas, Cocido de Res o Pastel de carne y muchos recipientes con acompañamientos: verduras de acuerdo a las estaciones, mazorca, calabaza, batatas, okra, frijoles rojos,  macarrones con queso y los  grits de maíz que no pueden faltar en el Sur: en total 12 a 14 platos diferentes que los comensales se van pasando de uno al otro porque servicio hay pocón.  
Mrs. Wilkes murió en el 2002, pero su familia  ha continuado con el modo de operación y las recetas que ella estableció hace ya 70 años, siguiendo el sano principio de lo que no se ha dañado  no se debe arreglar.
 Zagat califica a Mrs. Wilkes' asi: Comida: 28; Ambiente 23; Servicio: 20; Costo US$ 23. Yo le doy una D+, por deliciosa comida sana y abundante, y una idea muy bien llevada por años y años: algo que vale la pena probar, pero con paciencia: si uno quiere la primera tanda tiene que hacer una larga cola.

En resumen y para finalizar, Savannah nos encantó. Nos pareció una de las ciudades mas bellas de los Estados Unidos, con una zona histórica pequeña pero tan digna de ver como las de San Francisco, Nueva Orleans o Charleston, y mucho mas tranquila. Además nos sorprendió la gastronomía: no hemos estado en ninguna ciudad en que queramos volver a cada uno de los restaurantes que visitamos. Y lo mejor: Savannah no es muy cara.
De Savannah salimos a Charleston, South Carolina, pero esto ya va muy para largo de manera que será crónica para otro día.
Un abrazo,
JUAN JORGE JAECKEL


P.D.  Hablando arriba de la pensión de Mrs. Wilkes, recordé mi primer contacto con la "gastronomía". Cuando yo era muy niño, a principios de los años 40's, en Teusaquillo, en el costado occidental de la Avenida Caracas, entre Calles 33 y 33A,  había una pensión que también era famosa por su excelente comida. Se llamaba la Pensión Dyrenfurth y quedaba en un caserón amarillo de cuatro pisos, anterior a la época de las hermosas casas "Estilo Inglés" (ladrillo a la vista, dos piso y mansarda) que luego caracterizaron el barrio. Era del Dr. Dyrenfurth, un siquiatra alemán y de su esposa, quienes llegaron a Bogotá a principios de los años '30s. Mientras él se hacía suficientemente fluido para ejercer su profesión – y aprovechando que Frau Dyrenfurth era una excelente cocinera - decidieron abrir la pensión que fue tan exitosa que él nunca regreso a su profesión. De él me acuerdo claramente pues se la pasaba  con los comensales (¿analisandolos?): cabeza redonda con calva brillante, anteojos de aro redondos, amables sonrisa, siempre vestido de  azul a rayas, polaintas blancas  y zapatos negros. De ella recuerdo mas el delicioso sabor de sus platos.
Me encantaba comer en la Pensión Dyrenfurth y eso sucedía cuando en la casa se acababa el carbón para la estufa porque  la zorra de la Carbonera Calvo dejaba de pasar, cuando "la de la cocina" salía de vacaciones, y cuando la estufa de carbón se dañaba y había que demolerla y hacerla de nuevo. Recuerdo que el comedor de la pensión era bastante grande, tenía unas pocas pequeñas ventanas, estaba en tonos marrones: era poco alegre y algo oscuro. Pero lo importante era la comida que servían en sopera y en bandejas: era cocina clásica centro europea casera, muy abundante, sabrosa y llenadora, Era como la que en casa, en ocasiones especiales, cocinaba mi abuela. Para mí cada almuerzo y/o comida en  la pensión Dyrenfurth era un evento. Creo que aún hoy lo sería. Ahí fue donde se inició mi afición a los restaurantes.

P.D. # 2  Si quieres ver fotos y menús de los restaurantes de Savannah que he mencionado, te sugiero abrir los links que aparecen en cada comentario.

P.D. # 3 Para darte un idea de cómo se ve Savannah agrego a continuación algunas fotos que tomo Yarka. Hubiera querido organizarlas un poco mejor y ponerles explicaciones, pero mis conocimientos de IT son demasiado limitados para hacer eso.

   

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